Qué veranito más bonito mocita.
En estos días de calores y noches estrelladas,
he hallado en los madriles
una yunta uncida a la misma canga.
Pregúntale a Cibeles
esa moza de toda confianza.
Iban los dos lebreles
sembrando odio y desconfianza.
Quise mediar y sufrí una tarascada,
dejé rodar la bola y tras escupirme
desenvainaron su lengua emponzoñada,
y en ello estamos, de direte y dime.
Tu echa si quieres una ojeada
como aquella que no quiere la cosa,
que el saber es privilegio de bien criada,
ya verás qué pareja más graciosa.
Uno dellos, calza botas con puntera de yerro
y la otra si habla, es para destilar veneno,
él, se hace llamar leñero no siendo ni boyero
y ella es un cielo de viperino infierno.
Ambos dos funcionan al unísono,
ya se sabe, los dioses los crían,
son del friqui flagelo con encono
por eso, a todos y todas desafían.
Si vosotros las diosas y vuestra cohorte
no paran pronto este desenfreno,
te decía, que este verano iba a ser bueno
pues, ya hallé distracción en la villa y corte.
Salud.
En estos días de calores y noches estrelladas,
he hallado en los madriles
una yunta uncida a la misma canga.
Pregúntale a Cibeles
esa moza de toda confianza.
Iban los dos lebreles
sembrando odio y desconfianza.
Quise mediar y sufrí una tarascada,
dejé rodar la bola y tras escupirme
desenvainaron su lengua emponzoñada,
y en ello estamos, de direte y dime.
Tu echa si quieres una ojeada
como aquella que no quiere la cosa,
que el saber es privilegio de bien criada,
ya verás qué pareja más graciosa.
Uno dellos, calza botas con puntera de yerro
y la otra si habla, es para destilar veneno,
él, se hace llamar leñero no siendo ni boyero
y ella es un cielo de viperino infierno.
Ambos dos funcionan al unísono,
ya se sabe, los dioses los crían,
son del friqui flagelo con encono
por eso, a todos y todas desafían.
Si vosotros las diosas y vuestra cohorte
no paran pronto este desenfreno,
te decía, que este verano iba a ser bueno
pues, ya hallé distracción en la villa y corte.
Salud.