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¡Bravo por la música!
Esa que me suena tanto,
que es ruido y siembra espanto,
al tanto, no sirve pero fornica.
Hasta los palos de mi sombrajo
caen hechos unos harapos,
cuando veo estos espantajos
siempre buscando el gazapo.
¡Qué coño te importa majo!
¿O tengo que decir maja?
Es igual, valentones al quiebro
que no valen ocho cuartos.
Aportar, lo que se dice aportar,
no aportan nada, más,
su crítica ácida, agria,
es vieja bilis corrupta.
Si fulano de tal y Pascual
da rienda suelta a sus ideas,
el que quiera que las lea y,
quien no, al puto carajo.
Porque digo yo mocita,
a ti que no eres una chulita
de Vallecas o Chamberí,
que lo tuyo no es crítica.
Es abono nauseabundo
salido de estéril mente
que va jodiendo a la gente
sencilla que hay en este mundo.
No vales ni para claqué,
sólo para pasto de buitres
que controlan tu pupitre
y te ordenan siéntese, o en píe.
Salud.
¡Bravo por la música!
Esa que me suena tanto,
que es ruido y siembra espanto,
al tanto, no sirve pero fornica.
Hasta los palos de mi sombrajo
caen hechos unos harapos,
cuando veo estos espantajos
siempre buscando el gazapo.
¡Qué coño te importa majo!
¿O tengo que decir maja?
Es igual, valentones al quiebro
que no valen ocho cuartos.
Aportar, lo que se dice aportar,
no aportan nada, más,
su crítica ácida, agria,
es vieja bilis corrupta.
Si fulano de tal y Pascual
da rienda suelta a sus ideas,
el que quiera que las lea y,
quien no, al puto carajo.
Porque digo yo mocita,
a ti que no eres una chulita
de Vallecas o Chamberí,
que lo tuyo no es crítica.
Es abono nauseabundo
salido de estéril mente
que va jodiendo a la gente
sencilla que hay en este mundo.
No vales ni para claqué,
sólo para pasto de buitres
que controlan tu pupitre
y te ordenan siéntese, o en píe.
Salud.