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ALMENDRAL: A UNA MADRE...

A UNA MADRE
Corrió la voz en el pueblo
que se lo habian llevado
con otros muchachos amigos
con un puñado de hermanos
al amanecer el día, aún oscuro
por un camino no largo.

Todos te miraban a ti, enjuta y seria
con miedo en la voz para decirte algo
por que todos le quisieron mucho
y apretaban los labios para que la
noticia no saliera y alegrara a los
que habian condenado.

Te fuistes a casa presintiendo
algo cogistes un coscurro y echastes andar
por aquel camino entre pinchos y cardos
y el ronroneo de las ranas allá en el charco.

Por aquel camino que tanto hubistes andado
llegastes a la piedra del bhuo pardo
con los ojos redondo que daban miedo
como daban miedo los fusiles largos.

Fusiles de amanecer
entre las manos temblando
de gente de capas largas
y de gorro acharolado.

Cuando llegastas al pueblo
ya todo habia pasado.

En la puerta de la cárcel
una carta te entregaron
madre, decia al principio
sigue adelante luchando.
Y empuñaste la bandera
para defender el pueblo
pueblo que tanto sufrió
por la injusticia y el miedo
de gente sin corazón
que tanto daño te hicieron:

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