Como ya han pasado los fastos del día ocho, los antiguos y los más modernos mocita, que llevas en tu canastilla unas rosas coloradas, te cuento.., el cuento, de aquel sonrosado cerdito que en su afán evolutivo, con mucho esfuerzo y poco a poco llegó por fin a ser hombre, pero mal formado desde la infancia, más que humano es alcayata retorcida y oxidada por la envidia y la maldad que anida en él desde la infancia.
Como ves, se ha erigido en portavoz de los descendientes de la estirpe de Leví y ahí lo tenemos, ladino al fin, repartiendo los excrementos que fluidos brotan desde esas mentes insanas.
Mas tú y yo, nos juntamos con los hombres G y con ellos tarareamos aquella canción que hizo verano:
¡Sufre… mamón! Devuélveme a mi chica
o te retorcerás entre polvos pica-pica.
Por el parque los veo pasar, si la besa lo paso fatal
voy a vengarme de ese marica, voy a llenarle el cuello…
de polvos pica-pica.
Ella se fue con un pijo, en un Ford Fiesta blanco
y un jersey amarillo…
Es lo que hay morenita, si les agrada como si no. Quienes valen, valen, quienes no para polillas, y a seguir practicando el duro oficio de termitas que rumian en los podridos troncos que les sirven de morada.
Salud.
Como ves, se ha erigido en portavoz de los descendientes de la estirpe de Leví y ahí lo tenemos, ladino al fin, repartiendo los excrementos que fluidos brotan desde esas mentes insanas.
Mas tú y yo, nos juntamos con los hombres G y con ellos tarareamos aquella canción que hizo verano:
¡Sufre… mamón! Devuélveme a mi chica
o te retorcerás entre polvos pica-pica.
Por el parque los veo pasar, si la besa lo paso fatal
voy a vengarme de ese marica, voy a llenarle el cuello…
de polvos pica-pica.
Ella se fue con un pijo, en un Ford Fiesta blanco
y un jersey amarillo…
Es lo que hay morenita, si les agrada como si no. Quienes valen, valen, quienes no para polillas, y a seguir practicando el duro oficio de termitas que rumian en los podridos troncos que les sirven de morada.
Salud.