Yo no sé muy bien mocita, qué habría hecho en el caso de militar en un partido político que se hace llamar IU-verdes, después de ver cómo un señor le atiza un par de tiros a una vaquilla delante de hombres, mujeres, ambiguos, niños, niñas y milites sin graduación y graduados. Para rematar el acto y ante el mismo público, la degüella para que suelte la sangre. Pues pasó mocita, pasó el día dedicado a la oración, el domingo sobre las doce y pico y en el almendral desprovisto de almendros.
Empezó la jarana el jueves anterior echando unos cuantos petardos contra las estrellas y leyendo cosas inconexas sobre algunas camisetas con la imagen de san Mauro muy conocido en su tierra natal y siguió, con el grupo Sombras que más gorditos y pimpantes aún están medio en forma. Después; leña al mono y mucho circo con músicos de la legua y un programita cuasi decente de arreglos musicalizados y atletas cirquenses. Ya se sabe “pan y circo” pero sin el pan. Esto costó un dineral que se podía haber dedicado a desentrapar las tuberías que alimentan tus caños y los de la Fuente Chica y de paso limpiarlas de plásticos y otras porquerías acumuladas con el paso de los días, pero no, se prefiere el relumbrón de un día para solaz y relajo de extraños y algún residente presumiendo de españoles en lo más hondo de Las Españas y en la herrico taberna de nuestro solariego asentamiento donde, como tú bien sabes el peligro está latente, así que llevan bordada a mano en la camisa de seda la enseña que debería representarnos a todos sin excepción pero que al parecer sólo es de su pertenencia.
Luego ya lo más clásico, pasodobles y tangos y alguna rumba por soleá para los foráneos asentados y los que andan a salto de matas. Rematando, lo de las vacas y sin fuegos artificiales porque los dineros se habían ido con los del circo ambulante, pero eso sí, unos caballeros a lomos de briosos corceles, rememorando antiguas hazañas guerreras por los castillos de la comarca, ensartaron con sus minilanzas unos anillos con cintas coloreadas.
Un notición recia moza; almas descreídas han sufragado con doblones de vellón pagados por el contribuyente de los dioses saben dónde, la restauración de la ermita de Finibus Terrae y la de su negra imagen, que han quedado como joyas relucientes aunque, uno de los manijeros de esa congregación se estaba quejando porque han dejado el antiguo suelo de rústica cerámica pero adecentado, sin fijarse, que han adulterado con brillante y modernas imitaciones de mármol la parte más sobresaliente y que choca de frente con arcos y columnas góticas. Pero al menos vale la intención. La buena digo.
De momento te dejo moza, mañana te cuento más.
Salud.
Empezó la jarana el jueves anterior echando unos cuantos petardos contra las estrellas y leyendo cosas inconexas sobre algunas camisetas con la imagen de san Mauro muy conocido en su tierra natal y siguió, con el grupo Sombras que más gorditos y pimpantes aún están medio en forma. Después; leña al mono y mucho circo con músicos de la legua y un programita cuasi decente de arreglos musicalizados y atletas cirquenses. Ya se sabe “pan y circo” pero sin el pan. Esto costó un dineral que se podía haber dedicado a desentrapar las tuberías que alimentan tus caños y los de la Fuente Chica y de paso limpiarlas de plásticos y otras porquerías acumuladas con el paso de los días, pero no, se prefiere el relumbrón de un día para solaz y relajo de extraños y algún residente presumiendo de españoles en lo más hondo de Las Españas y en la herrico taberna de nuestro solariego asentamiento donde, como tú bien sabes el peligro está latente, así que llevan bordada a mano en la camisa de seda la enseña que debería representarnos a todos sin excepción pero que al parecer sólo es de su pertenencia.
Luego ya lo más clásico, pasodobles y tangos y alguna rumba por soleá para los foráneos asentados y los que andan a salto de matas. Rematando, lo de las vacas y sin fuegos artificiales porque los dineros se habían ido con los del circo ambulante, pero eso sí, unos caballeros a lomos de briosos corceles, rememorando antiguas hazañas guerreras por los castillos de la comarca, ensartaron con sus minilanzas unos anillos con cintas coloreadas.
Un notición recia moza; almas descreídas han sufragado con doblones de vellón pagados por el contribuyente de los dioses saben dónde, la restauración de la ermita de Finibus Terrae y la de su negra imagen, que han quedado como joyas relucientes aunque, uno de los manijeros de esa congregación se estaba quejando porque han dejado el antiguo suelo de rústica cerámica pero adecentado, sin fijarse, que han adulterado con brillante y modernas imitaciones de mármol la parte más sobresaliente y que choca de frente con arcos y columnas góticas. Pero al menos vale la intención. La buena digo.
De momento te dejo moza, mañana te cuento más.
Salud.