Para para, paraa.., a mi no me mires que yo no me cargué a todas las especies de dinosaurios, además, ¿quien te ha dicho que no quedan ya? Yo veo cocodrilos casi todos los días y tanto los unos como los otros son de la misma edad. También ponen huevos como hacen las gallinas. Bueno, dinosaurios lo que se dice no veo veo ninguno, lo que pasa es que serán sus descendientes. Para mi que no fue un pedrusco incandescente venido desde los confines galácticos lo que hizo que ahora no se vean como creemos que eran antes. Que lo que pasó es que un científico locuelo de los que había por entonces, les dio de comer alguna cosa que hizo que mutaran los elementos de su cadena genética y, de andar a cuatro patas, evolucionaran a hacerlo con sólo las dos de los cuartos traseros. Eso los más voraces y carroñeros, porque a los herbívoros y a los que se alimentaban de las etéreas avecillas, evolucionaron a elefantes o a vacas, o las garras delanteras se le transformaron en alas. Pero a mi no me mires cejijunta y malhumorada, que no tuve nada que ver con el episodio en cuestión; pues como sabes, era un príncipe muy galán a quien una bruja de esas muy malas suministró un poción encantada y en menos de un santiamén, pasé de lujosa mansión a vivir como sapo en el Charcón del Descanso. Ya ves moza recia. Lo peor es, que cuando se bañó en el aquella moza tan guapa llegada desde León con los trashumantes, aquella de la que me enamoré y le rogué, me diese un beso en los morritos para tornar a ser un guaperas tal como antes, pensó que era un diablejo y me obsequió con un salibazo que yo, arrobado como estaba no evité, y a su contacto ardí como arden las retamas cortadas años atrás. Así pasé de galán a sapo y de allí a fantasma, como bien ves. Pero vaya usted a saber.., que un día cualquiera de estos me echan un colorante de esos que hacen con el ordenata, y paso de gaseoso a componente sintético de cualquier artilugio que funcione con fibra óptica, para enviarme al ciberespacio de aguador de los astronautas.
¡Pero venga ya!, desarruga el entrecejo y dale la vuelta a tu otra cara, que tenemos que celebrar que ha habido mucha paja y está el grano en el doblado, así que para el próximo año no nos hemos de preocupar si en Bruselas o en Riad nos lo quiere dificultar cualquiera de esos traficantes de cuerpos y almas. Claro que, los tomates talaveranos y los de Almería o del Magreb, han cogido un ascensor al que no hay manera de echar el freno.
Bailemos, bebamos, riamos y holguemos, que no hay mal que mil años dure ni cuerpo que lo resista.
Salud
¡Pero venga ya!, desarruga el entrecejo y dale la vuelta a tu otra cara, que tenemos que celebrar que ha habido mucha paja y está el grano en el doblado, así que para el próximo año no nos hemos de preocupar si en Bruselas o en Riad nos lo quiere dificultar cualquiera de esos traficantes de cuerpos y almas. Claro que, los tomates talaveranos y los de Almería o del Magreb, han cogido un ascensor al que no hay manera de echar el freno.
Bailemos, bebamos, riamos y holguemos, que no hay mal que mil años dure ni cuerpo que lo resista.
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