Este año, el primer día de la feria y de las fiestas, no ha caído como el pasado para el 15 de los idus del mes añadido por el cesar Augusto. Será por causa del Calendario, que no le iba bien a los almendralenses inmigrados, o a los rejidores municipales, ¿quien sabe?. Sea como sea, el veintitrés del año 153 antes de que naciera uno de los siete hijos que dicen que tuvo María, el que expulsó del templo a los fariseos a latigazo limpio; se enfrentaron a espadazo limpio un ejercito celtibérico compuesto por unos veinticinco mil segedenses y numantinos y unos treinta mil romanos. La cosa fue cerca de la actual Calatayud y se saldó con unos seis mil almas imperiales enviadas sus respectivos Olimpos, por eso, a este día Roma lo declaró nefasto, pero hay un pueblo que se llama Mara, que celebra la “Vulcanalia” porque ese día era dedicado a Vulcano en aquella época.
No es que vayan a ser las nuestras unas fiestas nefastas, pero el caso es, que Calendario no es Candelaria y el programita en cuestión es un calco del de el año anterior. Debe ser que ahora está la imaginación en el poder, y eso se nota, vaya que sí se nota.
Asistido por el equipo médico habitual, murió nuestro último dictador y, el populacho, como bien se sabe compuesto por una caterva de ilusos desislustrados, creyó que podía cambiar la rutina establecida y darle impulso a una sociedad agazapada detrás de sus múltiples resortes neuronales e intereses entrecruzados, pero fracasó en algunos sitios con fama de no mover ni un dedo si los sacan de la madre y la hija y el yo merezco mucho más.
Así, estamos ahora por las Carcundias en general repitiendo monsergas de cuando el año catapún, olvidadas aquellas experiencias que pusieron en marcha los ilusos ilusionados cuando la transición y, viendo los festejos de los alrededores, se ve que puede más la molicie retórica y cansina que el pararse a pensar un rato y adaptar los escritos y las formas a los tiempos que corren. Si te fijas mocita, verás que todos repiten como papagayos eso de “feria del emigrante”. Como si les importa o les hubiese importado nunca sus cuitas o sinsabores, aferrados como están a sus trincheras de siempre.
Salud.
No es que vayan a ser las nuestras unas fiestas nefastas, pero el caso es, que Calendario no es Candelaria y el programita en cuestión es un calco del de el año anterior. Debe ser que ahora está la imaginación en el poder, y eso se nota, vaya que sí se nota.
Asistido por el equipo médico habitual, murió nuestro último dictador y, el populacho, como bien se sabe compuesto por una caterva de ilusos desislustrados, creyó que podía cambiar la rutina establecida y darle impulso a una sociedad agazapada detrás de sus múltiples resortes neuronales e intereses entrecruzados, pero fracasó en algunos sitios con fama de no mover ni un dedo si los sacan de la madre y la hija y el yo merezco mucho más.
Así, estamos ahora por las Carcundias en general repitiendo monsergas de cuando el año catapún, olvidadas aquellas experiencias que pusieron en marcha los ilusos ilusionados cuando la transición y, viendo los festejos de los alrededores, se ve que puede más la molicie retórica y cansina que el pararse a pensar un rato y adaptar los escritos y las formas a los tiempos que corren. Si te fijas mocita, verás que todos repiten como papagayos eso de “feria del emigrante”. Como si les importa o les hubiese importado nunca sus cuitas o sinsabores, aferrados como están a sus trincheras de siempre.
Salud.