Otro ciclista español que llega el primero al podio en los Campos Elíseos, tres en los últimos tres años y a la edad de treinta y tres, en la que muchos ases de este sufrido deporte empiezan a considerar la posibilidad de dejarlo correr. El primero con algo de retardo debido a los tramposos de siempre, el segundo el año pasado con el barcarroteño a la cabeza, y ahora este abulense que tras echar una ojeada hacia las nubes cargadas de agua, levantó su índice y ofreció el laurel a su cuñado "el Chava", aquel ciclista de su mismo pueblo que corrió más por la vida que por la carretera. Humilde de los de verdad y siempre esforzado, ha tenido que esperar hasta ahora pero al fin ha alcanzado su puesto en la historia, sin hacer trampas.
Jesús, también dicen que tenía treinta y tres cuando los fariseos de su pueblo se lo dieron a los romanos para que lo colgaran de un tronco previa tortura y escarnio, hasta que un soldado quizá menos rudo se apiadó de él y acabó con su sufrimiento de un lanzazo en el costado, pero él era diferente, volvió y aún está por aquí, aunque no lo vemos tan a menudo como nos gustaría a algunos. A los que sí vemos cada día es a los fariseos, están por todas partes, son una plaga de difícil erradicación, como las ratas y las cucarachas, especies ambas, de las que dicen los expertos que serán capaces de sobrevivir a una hecatombe atómica.
En el almendral, se acercan los días feriados y a ningún residente se le ha ocurrido, y si se le pasa por la cabeza ya habrá alguien que lo disuada, de colgar el programa de los festejos en esta página, que es la que leen los oriundos que andan por las otras Españas, porque esa que hicieron en la Casa Consistorial, sólo sirve para justificar gastos, pues no la lee ni el gato que desde las foto número nueve nos mira con cara sin ojos, mientras la torcal desde el alero disfruta de la belleza de línea de una chimenea que diseñó y construyó algún honrado albañil de nombre perdido en el baúl de los recuerdos. Que digo yo, moza recia, que puede ser que los seis milloncejos de euros que hay para gastar en cuatro años, no den de sí para tanto dispendio, y menos si es para informar a “esas gente”
Salud.
Jesús, también dicen que tenía treinta y tres cuando los fariseos de su pueblo se lo dieron a los romanos para que lo colgaran de un tronco previa tortura y escarnio, hasta que un soldado quizá menos rudo se apiadó de él y acabó con su sufrimiento de un lanzazo en el costado, pero él era diferente, volvió y aún está por aquí, aunque no lo vemos tan a menudo como nos gustaría a algunos. A los que sí vemos cada día es a los fariseos, están por todas partes, son una plaga de difícil erradicación, como las ratas y las cucarachas, especies ambas, de las que dicen los expertos que serán capaces de sobrevivir a una hecatombe atómica.
En el almendral, se acercan los días feriados y a ningún residente se le ha ocurrido, y si se le pasa por la cabeza ya habrá alguien que lo disuada, de colgar el programa de los festejos en esta página, que es la que leen los oriundos que andan por las otras Españas, porque esa que hicieron en la Casa Consistorial, sólo sirve para justificar gastos, pues no la lee ni el gato que desde las foto número nueve nos mira con cara sin ojos, mientras la torcal desde el alero disfruta de la belleza de línea de una chimenea que diseñó y construyó algún honrado albañil de nombre perdido en el baúl de los recuerdos. Que digo yo, moza recia, que puede ser que los seis milloncejos de euros que hay para gastar en cuatro años, no den de sí para tanto dispendio, y menos si es para informar a “esas gente”
Salud.