ALMENDRAL: AMIGOS...

AMIGOS

Amigos tengas que recuerden
que una vez los ayudaste,
y verás cómo te muerden
aunque nunca le recordaste
que cuando te necesitaban
le ofreciste cuanto tenías
junto a lo que te pedían
y sin condiciones ni nada.

Paisano, si tú lo vieras
con cuánta inquina,
desprecio, odio y rabia
contra ti se pronunciaba,
habrías pensado quizá
lo mismo que pensé yo
que hablaba el ignorantón
con la tarra bien lavada
y una panza rellenada
con más forraje que cebada.
Pero no señor, que no,
el que en el muestrario tengo
individuo es de abolengo,
pero no de los de realengos
sino de los de abadengo
y como morlaco embiste.

Y debe ser que el forraje
por el que bebe los vientos
más los sustos y contratiempos,
que él no le ve porcentaje
para que esté más contento
y disimule su frustración,
envidia, odio, rabia y rencor.

Debe de necesitar amor
y unas caricias suaves
que ablanden su corazón,
y besitos y compresión.
Esas sutilezas del alma
que no le proporcionaré yo
porque, ¿cómo puedo entender
que haya gente como él
de esos que van diciendo
que a ti no te quiere nadie
pero que, cuando te ve,
sin ni quitarte las botas
ya está lamiendo tus píes?

Salud y República