Mas de lo mismo moza recia, por un lado nos dicen que si y por el otro que ya veremos. Un prohombre llamado Miguel Sebastián nos suelta así como el que no quiere la cosa, que la actual burbuja energética es mucho peor que la inmobiliaria y la anterior tecnológica, debido a que un barril de petróleo ya vale 143 dólares yankis y que esto castiga más a todo el personal.
Pensándolo despacio, cuando me hago corpóreo y a la misma vez pagano, me parece que nos quieren birlar los cuatro pelos que nos quedan y que a la vez se chotean de nosotros, porque, vamos a ver, ¿no es verdad que el 70% del litro de bencina u otro carburante son impuestos directos que nos cobran quienes manejan nuestra barca?, ¿no es verdad también que mientras más caro sea el litro más dinero entra en sus arcas? Porque el setenta por ciento quiere decir que se quedan 70 de cien y si vale más, se llevan más, ¿o me equivoco al calcular? Luego, oh eminentísimo prócer, mientras más caro se venda al menudeo, más gana usted. Pero dígame mente preclara, ¿que piensa hacer su departamento con estos ingresos extraordinarios con los que no contaba, ¿los empleará en beneficio de la plebe o los destinará a beneficiar otros intereses para obtener más caudal de la ubre de la que, tanto los que añoran la Brunete, como lo que portan barretina o danzan debajo del árbol, están tan encariñados? Porque si es así, tiene sentido el desliz de su confesión, Producirá enormes beneficios al erario y castigará mucho más a muchos y muchísimo mas que otras crisis.
Pero que se entere, que hay muchas familias al borde del hambre y sin poder pagar la hipócrita hipotética hipoteca mientras que nos dora la píldora formaciones nacidas en el siglo diecinueve aplicando normas del veinte sin aceptar aún que vivimos en el veintiuno. Quizá es por eso que le dicen al líder francés que, ¡un güevo!, cuando les habla de bajar el IVA para aflojar la tensión.
Por cierto, el tal excelencia es ministro de algo en el central, de esos que andan a la greña por una corbata arriba o abajo, como si el hábito hiciera al fraile aunque ayude a parecerlo.
¿Los colorados revestidos de verde? Muy bien, muchas gracias.
Salud.
Pensándolo despacio, cuando me hago corpóreo y a la misma vez pagano, me parece que nos quieren birlar los cuatro pelos que nos quedan y que a la vez se chotean de nosotros, porque, vamos a ver, ¿no es verdad que el 70% del litro de bencina u otro carburante son impuestos directos que nos cobran quienes manejan nuestra barca?, ¿no es verdad también que mientras más caro sea el litro más dinero entra en sus arcas? Porque el setenta por ciento quiere decir que se quedan 70 de cien y si vale más, se llevan más, ¿o me equivoco al calcular? Luego, oh eminentísimo prócer, mientras más caro se venda al menudeo, más gana usted. Pero dígame mente preclara, ¿que piensa hacer su departamento con estos ingresos extraordinarios con los que no contaba, ¿los empleará en beneficio de la plebe o los destinará a beneficiar otros intereses para obtener más caudal de la ubre de la que, tanto los que añoran la Brunete, como lo que portan barretina o danzan debajo del árbol, están tan encariñados? Porque si es así, tiene sentido el desliz de su confesión, Producirá enormes beneficios al erario y castigará mucho más a muchos y muchísimo mas que otras crisis.
Pero que se entere, que hay muchas familias al borde del hambre y sin poder pagar la hipócrita hipotética hipoteca mientras que nos dora la píldora formaciones nacidas en el siglo diecinueve aplicando normas del veinte sin aceptar aún que vivimos en el veintiuno. Quizá es por eso que le dicen al líder francés que, ¡un güevo!, cuando les habla de bajar el IVA para aflojar la tensión.
Por cierto, el tal excelencia es ministro de algo en el central, de esos que andan a la greña por una corbata arriba o abajo, como si el hábito hiciera al fraile aunque ayude a parecerlo.
¿Los colorados revestidos de verde? Muy bien, muchas gracias.
Salud.