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ALMENDRAL: A lomos de sus falacias...

Al igual que tú, Gitanilla guapa y buena persona, tampoco yo coloco carteles. No vivo ni he vivido nunca de la asquerosa política. Ni antes ni ahora.
Y precisamente por ese motivo puedo pensar de los pesebreros lo que me dé la real gana.
Y no los odio, ni los envidio ni nada de nada, los critico simplemente porque chupan del bote en el que entra parte de mi dinero y de mi trabajo.
No sé, no entiendo como puede alguien vivir con ese odio visceral hacia otras personas, que aunque virtuales, son semejantes nuestros. No sé y tampoco entiendo como se pueden estar las veinticuatro horas del día, de todos los días del año pendiente de lo que escriben en los foros los que no piensen como yo para al momento tirar del aparatino y ponerlos a parir con groserias malsonantes y lo peor; le salen de lo más profundo de su apesebrado estómago.

Un saludo a toda la gente de bien y para esa Gitanilla, un Beso.
Al que me odia tanto con el apodo que quiera (que a él si lo tenemos calao), tila.

Alucino con la poesia del "poeta" justo detrás de los suplentes del PSOe en Almendral.
¿Le habrá salido queriendo?
¿Se referirá a ellos?
¿A todos los que se presentan?
¿Será tanta asquerosidad escrita en forma de poesia por no perdonar que a él lo echaron?.
¿Como se puede ser tan ruin para cuatro días que estamos aquí?
¿Dormirá bien?

Un saludo a todos.
A todos menos al que me pone como los trapos, bueno a mí y a todos, piensa que el único que merece escribir es él.

A lomos de sus falacias
galopan hienas falsarias
que usan las democracias
en sus ansias dinerarias
para obtener beneficios
que sólo ellas alcanzan.

Mienten si eso hace falta,
y algunas veces engañan
a quienes se las apañan
para vivir siempre a gatas
con rodillas desolladas
calzados con alpargatas.

De estómago agradecido,
a quienes le echan de comer
desde antes han bendecido
y les han besado los píes
y a veces el culo también
para ver su olla crecer.

La gente que mira y calla
sus oscuros movimientos
no ven el atrevimiento
con que esta fiera morralla
a todos ellos encalla
y genuflexos, la alaban.

Más tarde, si se percatan,
han cambiado el argumento
con política barata
para hacer que el jumento
les siga dando la plata
que le exige su manga lata.

Y van pasando las horas
y un día sucede al otro
y venden la misma amoto
y siendo tan manirrotas
traicioneras y zopencas,
logran estar las primeras
chuleando muy soflameras
y echando la culpa a otros,
de las maldades que hicieron.

Hablábamos pues, de hienas.

Salud.