Pues ayer mocita, anduve por por El Descanso y siguiendo El Cordel me encajé hasta Valverde, final u origen según se mire de La Cañada Real Soriana Occidental, pero antes, llené unos pellejos con agua tras pasar muchos apuros, pues nace poca en su Madre. El caso es, que más mal que bien, me hidraté por entre los encinares tras tener que saltar mil obstáculos y vallados interpuestos en mi deambular. Menos mal que desde Leganés casi hasta la gran ciudad la cosa fue mas llevadera.
Con estas cosas siempre ha pasado lo mismo y pasa, lo que con la traída y llevada justicia por Las Españas, que hay quienes de ella se aprovechan para lucros personales y otros que se estrellan contra sus murallas cuando quieren reformarla. Ahora están a navajazo limpio en lo alto de la pirámide para asentar sus posaderas en la poltrona, y por abajo, el juzgador en su oficina sólo ve desconchones y cochambre en la paredes, mientras que por los taburetes y suelos se amontonan o esparcen sumarios amarillentos esperando que algún oficial mal pagado pueda echarle un vistazo. Entretanto, sigue la vida con sus secuelas y sinsabores para los desharrapados que han distraído cien dineros y se pudren en el trullo, mientras que los usurpadores de mil millones ocupan espacio de seis tenedores y se van de comilona con sus presuntos ángeles guardianes. Claro que, los que no pueden pagar a rufianes leguleyos, son legiones que se hacinan por los pasillos como las ovejas, lo mismo que los sin papeles ni cuentas en Liechtenstein, y los otros una minoría selecta. ¿Demagogia dices? Pregúntaselo a los jueces que todos los días sobreviven a la vergüenza de su falta de aparatos y otros medios necesarios. No hables con algunos que dicen representarlos que esos están al servicio de quienes les han nombrado. Ellos, los jueces mozuela, están tan hartos o más que nosotros, pues malviven el problema de cerca, en caliente y en directo, cada día.
Salud.
Con estas cosas siempre ha pasado lo mismo y pasa, lo que con la traída y llevada justicia por Las Españas, que hay quienes de ella se aprovechan para lucros personales y otros que se estrellan contra sus murallas cuando quieren reformarla. Ahora están a navajazo limpio en lo alto de la pirámide para asentar sus posaderas en la poltrona, y por abajo, el juzgador en su oficina sólo ve desconchones y cochambre en la paredes, mientras que por los taburetes y suelos se amontonan o esparcen sumarios amarillentos esperando que algún oficial mal pagado pueda echarle un vistazo. Entretanto, sigue la vida con sus secuelas y sinsabores para los desharrapados que han distraído cien dineros y se pudren en el trullo, mientras que los usurpadores de mil millones ocupan espacio de seis tenedores y se van de comilona con sus presuntos ángeles guardianes. Claro que, los que no pueden pagar a rufianes leguleyos, son legiones que se hacinan por los pasillos como las ovejas, lo mismo que los sin papeles ni cuentas en Liechtenstein, y los otros una minoría selecta. ¿Demagogia dices? Pregúntaselo a los jueces que todos los días sobreviven a la vergüenza de su falta de aparatos y otros medios necesarios. No hables con algunos que dicen representarlos que esos están al servicio de quienes les han nombrado. Ellos, los jueces mozuela, están tan hartos o más que nosotros, pues malviven el problema de cerca, en caliente y en directo, cada día.
Salud.