Habiéndonos olvidado mocita del 14 de abril, imperdonable en nosotros que tenemos un almacén de memoria dentro de nuestro de baúl, no podemos dejar pasar sin siquiera un leve comentario el próximo 23, día de rosas y libros, donde se va a vender como si fueran churros la sombra de un Ángel; cuyo autor ya hizo añicos las previsiones con otra sombra, aquella del viento, que hizo que muchas muchachas y jovenzuelos con granos, abandonaran la PlayStation y se perdieran en el laberinto de vivencias del cementerio de los libros olvidados, descubriendo de paso la historia en el entramado de las calles de la ciudad de los condes reyes, esa que todavía conserva la sede de los templarios a las traseras de su casa consistorial, y frente por frente, el call.
En este nuevo relato y por boca de uno de sus personajes, su creador nos dice que la envidia es la religión de los mediocres y añade, bienaventurado aquel al que ladran los cretinos porque su alma nunca les pertenecerá. Si pone estas palabras en boca de aquél, será debido a que seguramente piensa que lo ha padecido en carne propia y es que, tener cierta inteligencia y algún éxito no se perdona en esta sociedad de mezquindades, donde se sumerge en el más espeso silencio el resultado del trabajo bien hecho, o, se mira para otro lado disimulando el desagrado que produce el que nos recuerden, con letras y fotografías en sepia o gris, nuestro ya no ten reciente pasado, que, se mire como se mire fue un valioso Tiempo Perdido en el almendral.
Salud.
En este nuevo relato y por boca de uno de sus personajes, su creador nos dice que la envidia es la religión de los mediocres y añade, bienaventurado aquel al que ladran los cretinos porque su alma nunca les pertenecerá. Si pone estas palabras en boca de aquél, será debido a que seguramente piensa que lo ha padecido en carne propia y es que, tener cierta inteligencia y algún éxito no se perdona en esta sociedad de mezquindades, donde se sumerge en el más espeso silencio el resultado del trabajo bien hecho, o, se mira para otro lado disimulando el desagrado que produce el que nos recuerden, con letras y fotografías en sepia o gris, nuestro ya no ten reciente pasado, que, se mire como se mire fue un valioso Tiempo Perdido en el almendral.
Salud.