Hoy entro en la fuente, moza, y veo que el agua de tus caños sigue sin lamer la verdinosa piedra de tu pedestal.
Aquellos tiempos en que aún eras una fuente con agua, ahora parecen ya muy lejanos, pero tus aguas que no corren, todavía siguen sonando y, hay algunos, que seguimos bebiéndola.
Dice Guillermo y su equipo, que más pronto de lo que nos pensamos, todos los sitios habitados por al menos unos dos mil corazones u ocho mil remos, de esta Comunidad Autónoma dentro de la Nación Española, que tendrá depuradora y que se aprovechará todo lo que se pueda de los líquidos residuales para darle de beber al campo. Pero mucho miedo tengo que, si las nubes, madres de todas las aguas, no hacen pronto de las suyas, que ni néctares de dioses dionisíacos o báquicos vamos a poder trasegar este verano que ya viene, porque hasta a las sufridas parras se les va a secar la garganta.
Mira que llevan años incordiando las taifas del pellejo de toro con el asunto hidrológico, pero que si quieres arroz, morenaza. La cuestión es que hay quienes piensan que las corrientes de agua son de su propiedad porque se deslizan por su terreno y en su circunstancial zona de influencias y, no asimilan ni se enteran aunque se lo recalques con un cucharón de madera de alcornoque, que esas fuentes de vida no son propiedad de nadie. Bueno, eso dicen los semidioses esos que saben y hasta el sufrido votante que sólo sabe que tiene sed, pero nunca falta un usurpador que echa mano a los poderes de su entrepierna o, sencillamente, a su interés momentáneo y echa a sus canes al monte para que pregonen en rebaño, que antes que allí sacie su sed alguien, que arma la marimorena. El problema viene, cuando es su cauce el que se pone más mustio y reseco que Los Monegros en agosto, y es él quien quiere beber.
Salud.
Aquellos tiempos en que aún eras una fuente con agua, ahora parecen ya muy lejanos, pero tus aguas que no corren, todavía siguen sonando y, hay algunos, que seguimos bebiéndola.
Dice Guillermo y su equipo, que más pronto de lo que nos pensamos, todos los sitios habitados por al menos unos dos mil corazones u ocho mil remos, de esta Comunidad Autónoma dentro de la Nación Española, que tendrá depuradora y que se aprovechará todo lo que se pueda de los líquidos residuales para darle de beber al campo. Pero mucho miedo tengo que, si las nubes, madres de todas las aguas, no hacen pronto de las suyas, que ni néctares de dioses dionisíacos o báquicos vamos a poder trasegar este verano que ya viene, porque hasta a las sufridas parras se les va a secar la garganta.
Mira que llevan años incordiando las taifas del pellejo de toro con el asunto hidrológico, pero que si quieres arroz, morenaza. La cuestión es que hay quienes piensan que las corrientes de agua son de su propiedad porque se deslizan por su terreno y en su circunstancial zona de influencias y, no asimilan ni se enteran aunque se lo recalques con un cucharón de madera de alcornoque, que esas fuentes de vida no son propiedad de nadie. Bueno, eso dicen los semidioses esos que saben y hasta el sufrido votante que sólo sabe que tiene sed, pero nunca falta un usurpador que echa mano a los poderes de su entrepierna o, sencillamente, a su interés momentáneo y echa a sus canes al monte para que pregonen en rebaño, que antes que allí sacie su sed alguien, que arma la marimorena. El problema viene, cuando es su cauce el que se pone más mustio y reseco que Los Monegros en agosto, y es él quien quiere beber.
Salud.