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ALMENDRAL: Una yunta normalmente está compuesta por dos, sean...

Una yunta normalmente está compuesta por dos, sean bueyes, mulos, pollinos o caballos, aunque puede que haya gente que le dice así a los gemelos, que son esos cacharritos que se ponían antes en las bocamangas, mayormente, para hacer bonito. Las yuntas, sean de lo que sean y enganchadas al arado y con ambos animales tirando al unísono azuzados por el yuntero, materializan su esfuerzo en esos surcos que se abren en la tierra para depositar en ellos las simientes que, si el tiempo es propicio, se transforma en la cosecha que se recoge en el estiaje. Final del proceso e inicio de otro nuevo.

Hay un problema, y es que a veces, un mulo o buey tira hacia un lado y el otro para el contrario. En estos casos, es cuando queda patente la profesionalidad o el buen hacer del yuntero, quien tiene a su disposición las herramientas que su buen entender le aconsejen además de la aguijada, que es una vara larga con la que les pincha en los ijares. O cambia a los cuadrúpedos de lado, método que casi siempre da buenos resultados.

Cuando por fin los equinos trabajan en armonía, los surcos salen derechos y entonces, el yuntero tiene que apretar fuerte sobre la mancera para que sean lo más hondos posible al objeto, que los granos queden enterrados lo bastante para que aprovechen la humedad de la tierra y no se los coman fácilmente los pájaros o pájarracos que siempre revolean a la espera de hacerse sin mucho esfuerzo con un botín mas suculento por escaso, en la época de siembra.

Y ahora, que por lo que se ve se está terminando la remesa acumulada en otras épocas más bonancibles y hay que empezar a sembrar de nuevo, no estaría nada mal que los pencos que están uncidos al arado del cual tienen la obligación de tirar, se pusieran ellos solos de acuerdo si no quieren que el yuntero los aguijonee con su larga puya o cambie sus posiciones junto a la vara de tiro. O sencillamente, cambien el tiro y relegue a otras labores para el más aptas, al bruto incompatible.

A los pájaros y pajarracos, como en esta época del año no están criando, hay tantos y si son bonitos y buenos cantores, se les puede cazar de alguna manera y dedicarlos para que concursen por el primer puesto en algunos de esos torneos avícolas y, sin son gordos, feos, más negros que los huevos de un verraco y muy tragones, pues se les despluma y a la cazuela con ellos que, con arroz, fritos con ajillos y vino blanco, asados o cocidos a la manchega o cordobesa, están para chuparse los dedos.

Bueno esto son sólo algunas proposiciones que se me ocurren de momento, sin descartar otras.
¿Tengo que decir de qué burros (y que me perdonen estos) y pajarracos hablo?

Salud.