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ALMENDRAL: Algunas veces se nos llena la boca cuando teorizamos...

Algunas veces se nos llena la boca cuando teorizamos sobre racismo y xenofobia y, cargados con mil razones, puede que inducidas por algún asunto pasajero de esos que se olvidan a los cuatro días, pero en el caso de Mari Luz, ha quedado patente que el mal funcionamiento de la justicia perjudica siempre a las clases más desfavorecidas, que tienen la ley como única garantía. Cuando se dice que los delitos y las faltas pueden cometerse tanto por acción como por omisión, está claro que no hacer lo que se tenía que haber hecho por la persona jurídica o social encargada de hacerlo, es delictivo, y por tanto digno de imputación.
Hay una descarada omisión por parte del Estado por no suministrar los medios suficientes a la estructura judicial y su rama armada, la policía, para que desempeñe eficazmente su labor, lo que contribuiría a evitar casos parecidos. Pero aquí, el fallo garrafal, ha sido del juez, un hombre sí, pero con una alta responsabilidad, por muy falto de medios y exceso de trabajo a que esté sometido y, lo mismo que un médico de los “del seguro,” se queje justamente del poco tiempo del que disponen. Por eso quizá, unos y otros despachan lo que les llega con demasiada celeridad y sin percatarse de algunos casos desastrosos, que si no tienen repercusión social, pasan desapercibidos.
El gobierno, los gobiernos, debería ser conscientes que invertir en sanidad, educación, seguridad y justicia, entran dentro de “la política social” verdadera y dejar a un lado el “asistencialismo” que, será popular pero no beneficia al cuerpo social menos agraciado. Porque los otros, los favorecidos, ya disponen de imponentes bufetes de abogados cuyos mecanismo logran absoluciones increíbles.
La prensa ha aireado hace unos días el caso de Mirandilla—tan cercano a nosotros-, y en otros, el hecho de que los autores sean de etnia gitana, pero no quiero ni pensar mocita, que las policías actúen con más diligencia en estos supuestos.
Esta familia y sobre todo el padre de la niña, nos ha dado a todos una lección de templanza y exquisito civismo, con lo que han evitado la tragedia que se habría producido si se hubiesen dedicado a encender los ánimos. Por eso te decía antes lo de racismo por omisión.
Salud.