DEL PERIÓDICO HOY, del pleno municipal de ayer en el ayuntamiento de Badajoz: hoy.
El mismo sitio 72 años después. El 21 de julio de 1937 Gonzalo Queipo de Llano, Juan Yagüe y Eduardo Cañizares se convirtieron en hijos adoptivos de Badajoz por acuerdo de Pleno. Ayer, 21 de diciembre de 2009, el mismo órgano les retiró el reconocimiento.
La propuesta llegó con la firma de los socialistas, recibió el apoyo de Izquierda Unida y la abstención de los populares. De esta forma, el PSOE municipal consiguió sacar adelante su propuesta.
El portavoz de este grupo, Celestino Vegas, defendió que el acuerdo de 1937 debía ser revocado y derogado para cumplir la Ley de Memoria Histórica, que manda a las administraciones tomar las medidas oportunas para la retirada de las insignias, las placas, los escudos y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura.
Los socialistas consideran que «no pueden ser hijos de Badajoz aquellos que con sus acciones la sumieron en el terror, aquellos que instigaron y ejecutaron el asesinato sumario de centenares de vecinos». Vegas añadió que estos tres personajes «no pueden ni deben compartir honores y distinciones con quienes se dedican a honrar nuestra ciudad».
El portavoz de Izquierda Unida, Manuel Sosa, se confesó expectante ante la moción, puesto que desconocía que tuvieran este reconocimiento. «No quiero seguir siendo padre putativo de estos personajes», repitió en varias ocasiones.
El mismo sitio 72 años después. El 21 de julio de 1937 Gonzalo Queipo de Llano, Juan Yagüe y Eduardo Cañizares se convirtieron en hijos adoptivos de Badajoz por acuerdo de Pleno. Ayer, 21 de diciembre de 2009, el mismo órgano les retiró el reconocimiento.
La propuesta llegó con la firma de los socialistas, recibió el apoyo de Izquierda Unida y la abstención de los populares. De esta forma, el PSOE municipal consiguió sacar adelante su propuesta.
El portavoz de este grupo, Celestino Vegas, defendió que el acuerdo de 1937 debía ser revocado y derogado para cumplir la Ley de Memoria Histórica, que manda a las administraciones tomar las medidas oportunas para la retirada de las insignias, las placas, los escudos y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura.
Los socialistas consideran que «no pueden ser hijos de Badajoz aquellos que con sus acciones la sumieron en el terror, aquellos que instigaron y ejecutaron el asesinato sumario de centenares de vecinos». Vegas añadió que estos tres personajes «no pueden ni deben compartir honores y distinciones con quienes se dedican a honrar nuestra ciudad».
El portavoz de Izquierda Unida, Manuel Sosa, se confesó expectante ante la moción, puesto que desconocía que tuvieran este reconocimiento. «No quiero seguir siendo padre putativo de estos personajes», repitió en varias ocasiones.