¡Atención atención!, mujeres de las Españas todas, prepárense, el celebérrimo insultador de dulces doncellas y chicas de bien en general, mas conocido como Duendecillo y también como La Salud esa..., en su pueblo natal, anda suelto.
Su modus operandi, y diciendi, y escribiendi, es ya sobradamente conocido, por eso, nosotros, miembros y miembras (en especial las miembras) ilustres de “lanorable” sociedad del Lalmendral, debemos preservarnos de él con todos los medios a nuestra disposición y en consecuencias, debemos dictar y dictamos, la siguiente resolución que tendrá carácter de carta orden:
A) Siempre que cualquiera de nuestros afines lo localice por cualquier medio, debe avisar inmediatamente a los Agentes Encargados del Control del Pensamiento en este asentamiento quienes, sin dilación alguna, procederán a su inmediata neutralización.
En cuyo caso, se actuará sin vacilación, siguiendo al píe de la letra el siguiente protocolo:
B) Una vez neutralizado, será conducido ipso facto, a las Dependencias Superiores, donde se harán cargo del mismo los Eminentísimos Guardianes Delonor Inmaculado.
C) Una vez que estos lo tengan en su poder, lo introducirán sin más demora en la Cárcel de Papel, Piso Tón, Habitaculo Hos Tión, donde será liberado de cadenas y otros medios apropiados que hayan sido necesarios emplear durante el traslado en aras de la mayor seguridad de sus conductores y para evitar su fuga, y, sin más preámbulo, fijado con cien mil tornillos (o sea, bien atornillado), en la potra llamada del “cante jondo” y, seguidamente, se informará al Sumo Interrogador, para que proceda a realizar las tareas propias de su oficio o competencia.
D) Hecho este tan alto trámite con el resultado apetecido, se difundirá por el asentamiento usando los medios habituales de la cuadrilla de la banda local de trompetas, tamboriles, cítaras y chirimías; el siguiente BANDO que será leído en todas las encrucijadas de calles y caminos de herradura o de asfalto, por el Pregonero Mayor:
DIFÚNDASE:
Cautivo y aherrojado en una arriesgada operación realizada esta madrugada por nuestro abnegado y nunca bien ponderado Cuerpo Encargado del Control del Pensamiento y las Malas Costumbres, el peligrosísimo insultador conocido por estas latitudes como Duende o La Salud esa..., ha fenecido al venir el día, al parecer, a causa de una complicación respiratoria producida por el virus de la gripe XDFR22; 34, cuando estaba siendo auscultado por el eminente forense y reputado Doctor Cete, quien además, ejerce el cargo de Gran Preboste Mayor en esta nuestra insigne institución.
Que por dicho motivo, todos los seres de bien de esta Villa Principal, sean señoras o sus consortes, señoritos y muchachitas en general, pueden respirar con enterada tranquilidad y sin temor a ser por tan abominable ser, zaheridos.
Entre tanto, se exhorta a todas y todos nuestros reputados y reputadas compromisarios y compromisarias, a permanecer en constante alerta al objeto, de detectar por cualquier medio su indeseable presencia, procurando echar sobre sus lomos, todo el estiércol que haya disponible en nuestros puntos de abastecimiento para que la plebe esté predispuesta a nuestro favor y evitar así, algarada u alboroto cuando se cumpla lo previsto en esta carta orden.
YO.
Su modus operandi, y diciendi, y escribiendi, es ya sobradamente conocido, por eso, nosotros, miembros y miembras (en especial las miembras) ilustres de “lanorable” sociedad del Lalmendral, debemos preservarnos de él con todos los medios a nuestra disposición y en consecuencias, debemos dictar y dictamos, la siguiente resolución que tendrá carácter de carta orden:
A) Siempre que cualquiera de nuestros afines lo localice por cualquier medio, debe avisar inmediatamente a los Agentes Encargados del Control del Pensamiento en este asentamiento quienes, sin dilación alguna, procederán a su inmediata neutralización.
En cuyo caso, se actuará sin vacilación, siguiendo al píe de la letra el siguiente protocolo:
B) Una vez neutralizado, será conducido ipso facto, a las Dependencias Superiores, donde se harán cargo del mismo los Eminentísimos Guardianes Delonor Inmaculado.
C) Una vez que estos lo tengan en su poder, lo introducirán sin más demora en la Cárcel de Papel, Piso Tón, Habitaculo Hos Tión, donde será liberado de cadenas y otros medios apropiados que hayan sido necesarios emplear durante el traslado en aras de la mayor seguridad de sus conductores y para evitar su fuga, y, sin más preámbulo, fijado con cien mil tornillos (o sea, bien atornillado), en la potra llamada del “cante jondo” y, seguidamente, se informará al Sumo Interrogador, para que proceda a realizar las tareas propias de su oficio o competencia.
D) Hecho este tan alto trámite con el resultado apetecido, se difundirá por el asentamiento usando los medios habituales de la cuadrilla de la banda local de trompetas, tamboriles, cítaras y chirimías; el siguiente BANDO que será leído en todas las encrucijadas de calles y caminos de herradura o de asfalto, por el Pregonero Mayor:
DIFÚNDASE:
Cautivo y aherrojado en una arriesgada operación realizada esta madrugada por nuestro abnegado y nunca bien ponderado Cuerpo Encargado del Control del Pensamiento y las Malas Costumbres, el peligrosísimo insultador conocido por estas latitudes como Duende o La Salud esa..., ha fenecido al venir el día, al parecer, a causa de una complicación respiratoria producida por el virus de la gripe XDFR22; 34, cuando estaba siendo auscultado por el eminente forense y reputado Doctor Cete, quien además, ejerce el cargo de Gran Preboste Mayor en esta nuestra insigne institución.
Que por dicho motivo, todos los seres de bien de esta Villa Principal, sean señoras o sus consortes, señoritos y muchachitas en general, pueden respirar con enterada tranquilidad y sin temor a ser por tan abominable ser, zaheridos.
Entre tanto, se exhorta a todas y todos nuestros reputados y reputadas compromisarios y compromisarias, a permanecer en constante alerta al objeto, de detectar por cualquier medio su indeseable presencia, procurando echar sobre sus lomos, todo el estiércol que haya disponible en nuestros puntos de abastecimiento para que la plebe esté predispuesta a nuestro favor y evitar así, algarada u alboroto cuando se cumpla lo previsto en esta carta orden.
YO.
