ALMENDRAL: 2...

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¡Muchaaacha, cómo está el paaaatio!, y luego dices tú que los gasterópodos se están comiendo las cuatro plantas pelonas que aún quedan en tu jardín.
¿Ya has soltado a las gallinas para que se vayan alimentando con ellas o le has echado cerveza?
Las dos opciones son buenas por sí mismas, pero mejor combinadas. De todas formas, las gallinas también se las comen aunque estén borrachas o muertas, las babosas. Ya sabes..., a estas aladas de corral les gustar escarbar, picotear en la mierda y luego expandirla con sus patas.

Pero vamos al grano moza, a nosotros, tú y yo, que nos gustaría vivir en un país laico cualquiera, como por ejemplo los que están más allá de la Barrera Pirenaica, donde viven gente que dicen que África empieza en su cara sur y que va tomando cuerpo y presencia a medida que te desplazas hacia el Estrecho de de Gibraltar, resulta que tenemos que fastidiarnos y aguantar que unos señores nos tengan en su nómina desde antes de nacer y hasta después de morir, porque, dicen las malas lenguas; que siempre las hay..., que les interesa, ya que, mientras más gorda sea la lista, más perrinas les sacan a papá Estado de esas que nos sacan de nuestras escuálidas faldriqueras. Por eso no hay manera de que nos borren de ellas, aunque insistamos e insistamos diciéndoles, que no queremos ser convidados de piedra en algo que ni nos va ni nos viene. Pero no hay manera tú.

Quieren los del Ejecutivo ¿ampliar? Una norma que ya lleva en vigor un montón de años, desde los tiempos de María Castaña, antes, me parece, que entrara a gobernar aquél que usaba la machacona muletilla de “váyase usted señor Gonzalez” y, resulta, que ahora, hay quienes se han percatado que era una ley muy mala, malísima, por lo que han decidido por su cuenta que, todos aquellos que tengan la osadía de apoyarla de una u otra manera, que no irán al cielo, sino que arderán por los siglos de los siglos, amen. Se podían haber dado cuenta antes ¿verdad?, porque tiempo han tenido.

Claro que, mal de muchos, consuelo de tontos, porque en esa caldera a la que dicen que irán a parar por malos, se juntarán luego todos, los que dicen estas burradas también, porque mira que son malos, ¡eh? Además se creen que todavía están en aquellos tiempos en que quemaban aquí mismo a todos, y todas, que no comulgaban con sus ruedas de molino o, sencillamente, para hacerse con lo poco o mucho que tuvieran. Sería, digo yo, que para que se fueran haciendo a la idea de lo que les esperaba. Y aquí está la gran contradicción porque, si el principio es, no matarás, ¿por qué se ha matado y se está matando a tanta gente, alegando como legítimas unas ideas elaboradas y puestas en práctica por personas que, si son juzgados por sus actos en la tierra, difícilmente se escaparan de ser hervidos en las calderas del caído Pedro Botero?