ALMENDRAL: “Un frenesí, una pasión, una sombra, una ficción. Y...

“Un frenesí, una pasión, una sombra, una ficción. Y el mayor bien es pequeño, que la vida es sólo un sueño y los sueños, sueños son”. Según decía Calderón, que no era caldera gorda.
En esto pensaba el duende después de la papalina y posterior remojón que se dio con sus amigotes en el mayor puerto de mar que tiene el Mediterráneo, pues, quién se iba a figurar que el curtido lobo de mar que comandaba la nao, estuviera pez en eso de sostenerse a flote en el fluido elemento, después, cuando entró en calor gracias a las virtudes del zumo de uva de las parras del país, les aclaró que se hizo marino a la fuerza, impelido por las ganas de comer cada día, por eso, cuando oyó la canción del pirata, sintió un no sé qué que no sé como, de cuando anduvo por Constantinopla, y dejó el timón y el cascarón zambulléndose en las oscuras aguas. Que fue porque recordó a una mujer morena que tenía los ojos negros y a la que dejó en el puerto camino de los Dardanelos y que no pudo reprimir el instinto de desaparecer para siempre.
Salud.