La Pepa no fue el fulminante que provocó la explosión, fue la detonación. En nuestro País, que es conglomerado de Países, ya se arrastraba la cuestión. Afrancesados, patriotas, el tambor del Bruc, el cura Merino. ¿ Y, en caso de retirada dónde vamos mi general; -al cementerio. ¿ Qué dijo Fernando VII? –Marchemos todos juntos y yo el primero por la senda de la Constitución- ¿ Y qué hizo?- Que la abolió e impuso el Absolutismo y, añadió- Palo a la mula negra, palo a la mula torda-. Después llegaron los espadones, los reyes hijos de confesores, las capillitas, el hambre, las alternancias en el poder, Sagasta y Cánovas, la confusión. Expulsión de los jesuitas. Suma y sigue y llegamos al 31 de la pasada centuria. Ya casi estamos llegando. ¿ Qué pasó? Mejor ni lo mencionamos. Vivamos y dejemos vivir y, le recuerdo: no odio a las peripatéticas ni a quienes las extorsionan, ni al magreví desnutrido que sólo quiere sobrevivir en este mundo de buitres. Si, a esas ideas que llevan a estas situaciones, se funden en ideas barbudas o en alopecias provocadas. Sí, a esa hipocresía en la que todos, yo y usted también, estamos involucrados aún contra nuestra voluntad.
Robespierre.
Robespierre.