ALMENDRAL: Conque largó la moza eh? Ay malévola mujer, ¿qué pócima...

Conque largó la moza eh? Ay malévola mujer, ¿qué pócima le diste a beber? ¿De qué arteras artes te has valido para sonsacarle lo que lleva dentro? ¿ Por qué ahora que revienta la primavera, has sembrado la cizaña en el corazón del duendecillo? Esto es un sinvivir, una zozobra, una obsesión. Si es verdad que ella ha largado, ¿cómo se lo preguntará para salir de ese averno de dudas en el que se haya sumido? Si disimulando, con su instinto de mujer puede ser que se dé cuenta y dude ella también de su buena fe y, si de frente, ¿cómo reaccionará si sólo ha sido un señuelo lanzado por aviesa mente, al objeto de separar esa yunta tan singular. Malvada lengua aguzada, lo tienes descentradito, va desde La Jara Al Jacho sin percatarse siquiera que hay verbena en El Convento y aterriza como un pato siempre en medio de un coscojal, que así está el pobrete, desolladito y macilento, pues ni come, ni duerme, ni encuentra la paz su espíritu. Ha perdido masa atómica, no para de merodear en medio de la floresta buscando a los hados o hadas sabias, para que le suministren benéficos bebedizos que calmen su desvarío y den luz a su entendimiento.
Salud.