El talón más débil de TODOS los partidos políticos, son estas personas que se valen de ellos para su lucro personal o bien para formalizar un entramado de relaciones de intereses con otras gentes de las que después espera valerse de una u otra manera, con la amenaza sutil de que si no le sigue en su juego sucio, perderá o dejará de obtener el beneficio que antes le haya otorgado.
Ahí, te encuentras al CHAQUETERO O AL TRáNSFUGA, que como dices, es el que cambia de partido al son de sus intereses. Pero también hay otra figura que persigue los mismos fines. Por ejemplo el que abandona el grupo en que se formó y, a sabiendas de que con las dependencias morales o económicas que creó cuando tenía la confianza del partido que sea; forma grupo nuevo y compite contra este en las urnas, con la consiguiente división y resta de votos para sus anteriores mentores. Esta figura es la más deleznable porque siempre perjudica a la formación a la que pertenecía y, además, aquellos que le votan no ganan nada, porque suponiendo que obtenga una silla, sólo se beneficia él, que hará de bisagra entre los grupos que finalmente se repartan los escaños en litigio.
Está claro que quien más gana es el grupo contra el que antes litigaba, ya que resta votos a quienes antes le ayudaron.
Pepiño.
Ahí, te encuentras al CHAQUETERO O AL TRáNSFUGA, que como dices, es el que cambia de partido al son de sus intereses. Pero también hay otra figura que persigue los mismos fines. Por ejemplo el que abandona el grupo en que se formó y, a sabiendas de que con las dependencias morales o económicas que creó cuando tenía la confianza del partido que sea; forma grupo nuevo y compite contra este en las urnas, con la consiguiente división y resta de votos para sus anteriores mentores. Esta figura es la más deleznable porque siempre perjudica a la formación a la que pertenecía y, además, aquellos que le votan no ganan nada, porque suponiendo que obtenga una silla, sólo se beneficia él, que hará de bisagra entre los grupos que finalmente se repartan los escaños en litigio.
Está claro que quien más gana es el grupo contra el que antes litigaba, ya que resta votos a quienes antes le ayudaron.
Pepiño.