Amado hermanastro, que no hermano, Caín. Has conseguido parte de tu objetivo, dividir, incordiar y sembrar cizaña. Bien es verdad, que tenías abonado el terreno, por eso esta ha brotado tan pronto. Espero que su recolección sea para ti tan fácil como ha sido la siembra, que no se quemen tus espaldas por el sol del mediodía y que en tus manos no broten callos. Que sigas teniendo mano de obra barata para realizar esa labor y que al finalizar la recogida puedas pagar las deudas contraídas.
ABEL.
ABEL.