Intuyó más que sintió el extraño silencio que había por el almendral. No se oía ni el trinar de los pájaros. Se desperezó y refregó las legañas. Miró hacia lo alto y vio opaco el cielo estrellado de la capa de la de Magdala. Se fijó en su cara y se dio cuenta que le estaba mirando con sus serenos ojos desde el más allá, como diciéndole, ¿qué haces tumbado a la bartola y sin mover ni un dedo? Vete ya para la fuente que está la mocita sola y está cansada de tanto escribir.
Dicho y hecho, se plantó en el parque viendo como la moza recogía todos sus bártulos de escribana y los encerraba en su baúl.
A buena hora llegas duendin, ya que ha pasado la algarabía. Acércate a la casa de todos y dile al que esté por allí, que he guardado copia de todo lo que ha pasado, por si la ha menester antes o después. No hagas escala en el mesón, que te pones más pesado que un pato embarazado y no remontas el vuelo.
Lo hizo, no sin antes observar que tenía puesta en todo lo alto del moño una nueva rosa, lozana y fresca, y que sus ojos garzos despedían picaronas chispas, como diciendo, tiempo al tiempo, que se hace camino al andar.
Salud.
Dicho y hecho, se plantó en el parque viendo como la moza recogía todos sus bártulos de escribana y los encerraba en su baúl.
A buena hora llegas duendin, ya que ha pasado la algarabía. Acércate a la casa de todos y dile al que esté por allí, que he guardado copia de todo lo que ha pasado, por si la ha menester antes o después. No hagas escala en el mesón, que te pones más pesado que un pato embarazado y no remontas el vuelo.
Lo hizo, no sin antes observar que tenía puesta en todo lo alto del moño una nueva rosa, lozana y fresca, y que sus ojos garzos despedían picaronas chispas, como diciendo, tiempo al tiempo, que se hace camino al andar.
Salud.