Compramos energía a futuro

ALMENDRAL: L. De Arabia me has abrumao, no hay nada mejor que...

L. De Arabia me has abrumao, no hay nada mejor que un buen amigo, no quisiera defraudarte pero a tanto no llego y no es falsa modestia, si que das en la diana cuando narras el prototipo de mis defectos, sólo que a lo largo de la vida estos hasta pueden ser rentables, de entrada no hay porque tener desconfianza de nadie, porque nadie es más que nadie... Y en casa de nadie que no se meta nadie que no sabe nadie como está nadie, decía mi amigo Curro el último pregonero del pueblo, después cuando sabes quién es quién puedes elegir entre lo que merece la pena y lo que ni siquiera la merece, pero sin desmerecer porque el desprecio es algo que no aguanta ningún ser humano.
Pero hablemos de ti y no son flores de ida y vuelta para un mismo cesto, aquél que no te conozca presumirá contigo de muchas cosas, sobre todo de sapiencia y no se enterará hasta bien entrada la conversación que con él mantengas, que a veces las apariencias engañan y que no sabe más el que alardea de que sabe, sí, aquél que sabe que por mucho que sepa siempre habrá alguien que le pueda enseñar algo y él esté dispuesto a aceptarlo.
Un día hablando con un amigo tuyo, rubio por más señas, le dije, éste individuo se monta una coraza para no aparentar nunca lo que és, es como si se escudase detrás de un parapeto para doblegar al contrario cuando más creído se lo tiene.
A veces me pregunto que es más rentable ir a pecho descubierto diciendo lo que piensas o ponerte de aguardo, y llego a la conclusión que cada uno és... Cómo es, y ni la madre que lo pario lo cambia. Quizás por eso, excepto lo que te conocemos, nunca sepan quién és él dichoso duendecillo.
El chiribiri.