ALMENDRAL (Badajoz)

CANCIÓN TRISTE DEL LALMENDRAL CITY.

¡Hola mocita!
Por donde estoy no hay ni una nube,
por lo tanto soleado.
Temperatura el doble que ahí
que además, está nublado
y que para más inri Pirilao
nos ha dejado, solitos en el erial;
alegando que está cansado
y que no quiere soportar
esos oscuros silencios
hechos de negra maldad
que brotan con naturalidad
de malignos intereses
entre gente tan principal.

¡Premio al nene y a la nena!
Hagan juego, ganan negras
que se apunten éste tanto.
Se callen los que están mirando
que saben, creen...,
que esta vez están ganando
y desprecian con su desprecio
a quienes están ignorando.

Mucho ando, aunque despacio,
porque eso es lo que esperaba
de gente tan principal
bien provistas de orejeras
que prefieren no mirar
para darse con los güevos
en la cruda realidad
de su carencia natural.

Corto y cuelgo escarabajo,
que está ya visto el sombrajo
del grosero melonero
que recula empujando
bolas, hechas por el pelotero
y que él acaparando.

¡Ánimo Marianícu!
Puedes, podemos,
que lo ha dicho Esperancita
y todos quieren, queremos,
aprovechando la fritanga
comer de esas papas fritas
que nos dicen es una ganga
que hará que resuciten
¡quién! Las Españas.
Turututú, tururú.
Que mi güerto te críe.....
Salud ... (ver texto completo)

Como faltan los membrillos, ahí va una tanda.

Ahora en serio don Ramón,
pero por favor,
no le diga usted nada al del biberón
ni a ese diablejo que usurpa
el nombre anterior,
que tuvo lo que hoy es Lalmendral.
(Carcundia para entendernos).

El moro en cuestión fue Ibn Marwan,
también llamado Al Meridian
porque nació, en Emérita, la Mérida,
donde se hunden nuestras raíces y que una vez,
también halló refugio en Monsalud
huyendo de las hordas del Gran Kan,
que era moro acomodado que vivía
en la Córdoba actual y al que le dio,
brillantina entre las matas.
Ya iremos, cualquier día a ese lugar,
pera que veas que todo está
después de tanto tiempo,
más o menos igual
y si no lo crees,
óyelos pajear.

Salud. ... (ver texto completo)

Estos son de vuestra estirpe
Salud.

Los membrillos, si no tenemos una buena dentadura los tenemos que comer ya cocidos y endulzados.
Moraleja: no seamos membrillos.
Salud.