Efecto producido al caer el agua del grifo de la fuente, VALENCIA

Foto de Vicente MR

Fuente

Acepción más frecuente
Fuente o manantial, lugar en donde brota agua del suelo.

Manantial

Un manantial, naciente o vertiente es la fuente natural de agua y no el agua que brota de la tierra o entre las rocas. Puede ser permanente o temporal. Se origina en la filtración de agua, de lluvia o de nieve, que penetra en un área y emerge en otra de menor altitud. Generalmente los manantiales van ligados a la presencia de niveles impermeables en el subsuelo, que impiden que el agua se siga infiltrando y la obligan a salir a la superficie. Estas surgencias suelen ser abundantes. Los cursos subterráneos a veces se calientan por el contacto con rocas ígneas y afloran como aguas termales.

Dependiendo de la frecuencia del origen (caída de lluvia o nieve derretida que infiltra la tierra), un manantial o naciente puede ser efímero (intermitente), perenne (continuo) o artesiano. Los pozos artesianos son manantiales artificiales, provocados por el hombre mediante una perforación a gran profundidad y en la que la presión del agua es tal que la hace emerger en la superficie.

Cuando el agua aflora a la tierra, puede formar un estanque o arroyo. Las aguas termales, así como los géiseres, también son manantiales.

Clasificación

Normalmente se clasifican los manantiales o nacientes por el volumen de agua que descargan. Los más grandes son de «primera magnitud», definidos como tales cuando descargan agua a una velocidad de 2800 litros por segundo, por lo menos. La escala es la siguiente:

• Primera Magnitud- > 2800 ℓ/s
• Segunda Magnitud– 280 a 2800 l/s (10 a 100 pies³/s)
• Tercera Magnitud– 28 a 280 l/s (1 a 10 pies³/s)
• Cuarta Magnitud- 6,3 a 28 l/s (100 galones EE. UU./min a 1 pie³/s o 448 galones [EE. UU.]/min)
• Quinta Magnitud- 0.63 a 6.3 l/s (10 a 100 galones/min)
• Sexta Magnitud- 63 a 630 ml/s (1 a 10 galones/min)
• Séptima Magnitud- 8 a 63 ml/s (1 pinta a 1 galones/min)
• Octava Magnitud- Menos de 8 ml/s (1 pinta/min)
• Magnitud cero– No fluye (ex sitios/naciente histórico)

Lavatorio

Lavatorio o mandatum, término que designa al acto de lavar o al cocimiento medicinal destinado a limpiar una parte externa del cuerpo, tiene un uso litúrgico propio en el cristianismo: la ceremonia de lavar los pies a doce pobres que se celebra el Jueves Santo, después de la última cena en memoria de la lección de humildad que dio Jesucristo a los apóstoles lavándoles los pies, episodio reflejado en el Evangelio de san Juan (Jn 13,1-20).

En la iglesia latina, los obispos y hasta algunos dirigentes suelen celebrar el lavatorio lavando los pies de doce pobres el día de Jueves Santo y sirviéndoles la mesa. Antiguamente los reyes de Inglaterra ejecutaban la misma ceremonia, pero posteriormente se sustituyó con una limosna que daban a otros tantos pobres como años tienen aquellos.

Costumbres

El lavado de pies (en latín mandatum, 'orden, mandamiento') es un acto ritual que simboliza la hospitalidad en Oriente, proporcionando agua para la limpieza y bienestar de los viajeros después de un largo camino (por ejemplo, en el Antiguo Testamento: 1 Mos 18.4 UE). El lavado de los pies se describe en el Nuevo Testamento como el acto de Jesús sobre sus discípulos. De las palabras de Jesús Mandatum novum do vobis (Jn 13,34 VUL, 'Os doy un nuevo mandamiento') el rito tiene su nombre litúrgico.

La costumbre de lavar los pies era muy frecuente entre los antiguos. Cuando los tres ángeles llegaron a casa de Abraham, este patriarca les hizo lavar los pies. También se lavaron los pies a Eliezer y a los que le acompañaban cuando entraron en la casa de Labán y a los hermanos de José, cuando llegaron a Egipto. En algunas culturas se considera una vergüenza repugnante y humillante lavar los pies a una persona.

En la iglesia primitiva, era costumbre lavar los pies a otros cristianos como acción de humildad y servicio por las viudas según 1 Tim. 5:10.

"y que sea reconocida por sus buenas obras, tales como criar hijos, practicar la hospitalidad, lavar los pies de los creyentes, ayudar a los que sufren y aprovechar toda oportunidad para hacer el bien."

San Agustín lo relacionó ceremonialmente con el bautismo pascual y su asociación con el Jueves Santo fue establecida por el Concilio de Toledo en el 694.
(18 de Junio de 2021)