El mismo que recibe su mirada
con la caricatura
de un cómplice abandono.
El que inventa
las arrugas futuras en un rostro
que creyó transcurrido en negativo.

Te tocas,
y te encuentras primero con el frío,
con la piel del cristal. ... (ver texto completo)

El espejo de mano,
del indolente vidrio del tocador,
arranca
los perfiles de aquel que sólo busca
sorprender a su antigua vanidad.
Así yo lo traiciono,
porque mis propios ojos
no pueden reprocharse, frente a frente,
lo inútil de seguir con ese juego,
como el adivinar los contrafuertes ... (ver texto completo)

Todas las sensaciones de este cuerpo
por un tiempo y espacio,
y el modo de encauzar tantas visiones
sin perder estos ojos,
me convierten en símbolo de mí
—de mi esencia mostrada—
en carne temblorosa de una estatua
que me voy descubriendo, poco a poco,
en mi propio retrato progresivo
dibujado de pronto en el espejo. ... (ver texto completo)

El mismo que recibe su mirada
con la caricatura
de un cómplice abandono.
El que inventa
las arrugas futuras en un rostro
que creyó transcurrido en negativo.

Te tocas,
y te encuentras primero con el frío,
con la piel del cristal.

Tú estás adentro,
al fondo de esa imagen: impaciente
por saberte presente en el deseo,
a pesar del azar de la memoria ... (ver texto completo)

Todas las sensaciones de este cuerpo
por un tiempo y espacio,
y el modo de encauzar tantas visiones
sin perder estos ojos,
me convierten en símbolo de mí
—de mi esencia mostrada—
en carne temblorosa de una estatua
que me voy descubriendo, poco a poco,
en mi propio retrato progresivo
dibujado de pronto en el espejo. ... (ver texto completo)

Recuerdo ayer la imagen de una mujer hermosa
—y yo, frente al cristal, su punto débil...—
y hoy la imagen de un hombre que la quería.
Grito:
no se ha hecho pedazos. Me ha dejado,
por mucho que mis ojos la proyecten.
Ni en el engaño cruje el vidrio.
Creo
que nos hemos amado en otro ámbito
y no nos conocemos en persona.

Por fin, los dos materia de un espejo.
Pero...

—«Tú, ¿adónde miras?
¿Hacia ti, hacia mí?
¿Podremos vernos?»

Quizás nuestros latidos se reflejen
donde nosotros dos somos un cruce
y estamos enmarcados en el aire.

Violaré el territorio de la rosa
que has olido, la rosa
que refleja tu ausencia en el espejo.
Jamás podrás ser mía; con mi dedo
dibujaré la flor de tu silueta
y dejaré mis huellas en el vidrio.
Así, ya sin tu cuerpo,
tu reflejo y tu ausencia en esa rosa,
grabaré mi deseo.
Mas, quién sabe ... (ver texto completo)

Recuerdo ayer la imagen de una mujer hermosa
—y yo, frente al cristal, su punto débil...—
y hoy la imagen de un hombre que la quería.
Grito:
no se ha hecho pedazos. Me ha dejado,
por mucho que mis ojos la proyecten.
Ni en el engaño cruje el vidrio.
Creo
que nos hemos amado en otro ámbito
y no nos conocemos en persona.

El vaho de mi aliento en el espejo:
dibujo un corazón.
Sobre su centro
mi índice descubre lo que de ti no espero:
un transito a mi imagen.
Sin embargo,
el vano de la calle no palpita
con el tono intermedio del reflejo.
Dibujo un corazón.
Sobre su centro ... (ver texto completo)

Violaré el territorio de la rosa
que has olido, la rosa
que refleja tu ausencia en el espejo.
Jamás podrás ser mía; con mi dedo
dibujaré la flor de tu silueta
y dejaré mis huellas en el vidrio.
Así, ya sin tu cuerpo,
tu reflejo y tu ausencia en esa rosa,
grabaré mi deseo.
Mas, quién sabe ... (ver texto completo)

Pelayo Fueyo

La dama en el espejo

Sueño y me pierdo, doble de ser yo y esa mujer.
F. Pessoa

Quiero llegar a ti desde ti misma,
mirándote desde tus ojos,
besándote con esa boca que me besa. ... (ver texto completo)

El vaho de mi aliento en el espejo:
dibujo un corazón.
Sobre su centro
mi índice descubre lo que de ti no espero:
un transito a mi imagen.
Sin embargo,
el vano de la calle no palpita
con el tono intermedio del reflejo.
Dibujo un corazón.
Sobre su centro ... (ver texto completo)

Pelayo Fueyo

La dama en el espejo

Sueño y me pierdo, doble de ser yo y esa mujer.
F. Pessoa

Quiero llegar a ti desde ti misma,
mirándote desde tus ojos,
besándote con esa boca que me besa. ... (ver texto completo)

Dejad que mi lamento se extienda
como una lluvia fraterna,

todo el ser dividido
en un antes y un después,

el tiempo y la mirada siempre dos
y siempre divididos en dos.

Queda el hueco visible ... (ver texto completo)

Viento furioso, mano quieta,
manantial de agua clara.

Duele aún la presencia tangible
del amigo muerto.

Es un temblor,
un desajuste.

Alivia la conciencia ... (ver texto completo)

Cada segundo un siglo, una mirada,
nunca la misma, siempre sin un centro decisivo,
sin palabras mayúsculas, que son como humaredas
de sangre y de dolor, látigo, muerte.

Para ti... Son cosas del amor

“ Cada tarde al morir el sol, contemplo tu recuerdo en mi pensamiento, la esencia de tu ausencia me grita que estás tan lejos, como una estrella en el firmamento, a quien sólo podré poseer, en la profundidad de mis sueños.... ”

Autor: hasta el fin del sol

“ Veo tus ojos tratándom... ”

“ Veo tus ojos tratándome de perder escucho tu voz tratando de encontrar y sigo tus pasos para poderte amar. ”

Autor: Juan Pablo Perez Arellano

“ El pasado es la mejor... ”

“ El pasado es la mejor razón por las que hay que cambiar el presente. ”

Autor: Juan Pablo Perez Arellano

“ Veo tus ojos tratándom... ”

“ Veo tus ojos tratándome de perder escucho tu voz tratando de encontrar y sigo tus pasos para poderte amar. ”

Autor: Juan Pablo Perez Arellano

A ti, sí a ti, la niña... ”

“ A ti, sí a ti, la niña de la hermosa sonrisa, de los ojos grande hermosos y brillantes, la de esos hermosos labios que son mi debilidad cuando están a centímetros de mí, cuando los tornas de color rojo carmesí, la niña de mis sueños, mi chica ideal, la niña con la que yo quiera estar, sí a ti, hoy pienso en ti, con los ojos llenos de lágrimas, lágrimas de felicidad, de tristeza, de impotencia, de deseo, cada lágrima llena de preguntas, muchas sin respuesta aún, ¿Cómo ... (ver texto completo)