No hay noche sin insomnio para la dama de los camelos, aquella master del universo que templó la cítara para pedir pan justo ahora que le llueven chuzos de punta en casa... Y la dama no entró en el motín de abordo y le metieron con calzador y ya nadie le quiso en las reuniones de padres y su caché bajo enteros y su cotización búrsatil apenas rozaba los enteros suficientes para adquirir una corbata a su orangután predilecto... Ese que entre cerveza y cerveza la habló de otros mundos y otros sabores. La dama de los camelos ya no engaña a casi nadie y sólo los señores de los polvos de talco la admiten en su selecto club de alterne político... Ya nadie la quiere en las izquierdas de verdad y dentro de poco la mujer del orangután se pondrá manos a la yugular y el terremoto que se avecina no se frena con paracetamol. Afila tu mirada de plastidecor y endulza tus iris azules y tu marca de nacimiento en forma de flor de lys y busca apoyos Dama porque cuando a una ya no le quiere quien tanto le prometió la poesía entra en coma y una concejalía de cultura por muy soñada que sea sólo es una baratija... Y a ti la bisutería nunca te levantó los pechos...
EL Orangután no tiene corbata, ni nadie que le escriba y , sin embargo, que bonita pareja de ases trucados militando en formaciones tan hermanadas y tan imperfectas. La dama y el orangután qué gran argumento para Disney Channel.
Saudade.
EL Orangután no tiene corbata, ni nadie que le escriba y , sin embargo, que bonita pareja de ases trucados militando en formaciones tan hermanadas y tan imperfectas. La dama y el orangután qué gran argumento para Disney Channel.
Saudade.