No espero a un hacedor de milagros, pero ya que la política profesional también es un medio de vida, por lo menos que el que ostente el cargo no lo necesite desesperadamente ni de cabeza, ni de corazón ni de bolsillo...y que tenga sentido del humor. Al fin, ¿cuántas personas se dedican de manera no profesional a la política local y se aprovechan y dan la tabarra con su voluntarismo?. Menos salvadores, y a dedicarse a la gestión de la intendencia, que al fin es lo que toca desde las instituciones municipales.