Rafael de León y Arias de Saavedra, nació un jueves 6 de febrero
del bisiesto 1908 en Sevilla, la actual capital de la región de
Andalucía (España), en la misma calle en donde casi 34 años antes
nació el conocido poeta Manuel Machado. Era el primogénito de
la pareja formada por José de León y Manjón y de María Justa
Arias de Saavedra y Pérez de Vargas, condes de Gómara. A los
pocos días de su nacimiento fue bautizado en la iglesia de la
Magdalena, y le fueron impuestos los nombres de Rafael María,
José, Jerónimo, Doroteo, Alberto, Melchor. Entre los vástagos
de familias de la nobleza y la alta burguesía, era muy corriente
atiborrarles de una larga retahíla de nombres que llegaba hasta
lo ridículo.
El año 1916 ingresa Rafael de León en el internado del colegio
jesuita "San Luis Gonzaga" del Puerto de Santa María (Cádiz),
pueblo natal del conocido poeta Rafael Alberti, con el que,
por ser casi coetáneos coinciden en dicho colegio: Años antes,
había pasado por allí el alumno Juan Ramón Jiménez, otro
insigne poeta andaluz.
Años más tarde, estudiaría en otros colegios privados de
órdenes religiosas en las localidades andaluzas del Palo
de Málaga y de Utrera (Sevilla). En el año 1926 inicia
en la universidad de Granada, los estudios de la carrera
de Derecho. Allí llegó a conocer a otro insigne poeta:
Federico García Lorca, con quien entabla una buena amistad.
Tiene Rafael, -a decir de algunos de sus estudiosos-, una
impregnación del estilo poético de García Lorca que se
rezuma a través de toda su obra.
En el año 1931 con la caída de la monarquía, se instala en
España la II República, y el joven Rafael no parece que la
recibe con hostilidad, a pesar de su procedencia de linajes
propicios a la monarquia. Lo que sí quedó claro y se trasluce
a través de su obra poética, la distancia crítica con la que
observa al mundillo de la nobleza. Se cuenta de él -aunque
no está bien confirmado- que llegó a escribir un himno a la
República.
del bisiesto 1908 en Sevilla, la actual capital de la región de
Andalucía (España), en la misma calle en donde casi 34 años antes
nació el conocido poeta Manuel Machado. Era el primogénito de
la pareja formada por José de León y Manjón y de María Justa
Arias de Saavedra y Pérez de Vargas, condes de Gómara. A los
pocos días de su nacimiento fue bautizado en la iglesia de la
Magdalena, y le fueron impuestos los nombres de Rafael María,
José, Jerónimo, Doroteo, Alberto, Melchor. Entre los vástagos
de familias de la nobleza y la alta burguesía, era muy corriente
atiborrarles de una larga retahíla de nombres que llegaba hasta
lo ridículo.
El año 1916 ingresa Rafael de León en el internado del colegio
jesuita "San Luis Gonzaga" del Puerto de Santa María (Cádiz),
pueblo natal del conocido poeta Rafael Alberti, con el que,
por ser casi coetáneos coinciden en dicho colegio: Años antes,
había pasado por allí el alumno Juan Ramón Jiménez, otro
insigne poeta andaluz.
Años más tarde, estudiaría en otros colegios privados de
órdenes religiosas en las localidades andaluzas del Palo
de Málaga y de Utrera (Sevilla). En el año 1926 inicia
en la universidad de Granada, los estudios de la carrera
de Derecho. Allí llegó a conocer a otro insigne poeta:
Federico García Lorca, con quien entabla una buena amistad.
Tiene Rafael, -a decir de algunos de sus estudiosos-, una
impregnación del estilo poético de García Lorca que se
rezuma a través de toda su obra.
En el año 1931 con la caída de la monarquía, se instala en
España la II República, y el joven Rafael no parece que la
recibe con hostilidad, a pesar de su procedencia de linajes
propicios a la monarquia. Lo que sí quedó claro y se trasluce
a través de su obra poética, la distancia crítica con la que
observa al mundillo de la nobleza. Se cuenta de él -aunque
no está bien confirmado- que llegó a escribir un himno a la
República.
En 1932, Rafael se traslada a Madrid bajo la
influencia del gran músico sevillano Manuel Quiroga, que junto
con el autor teatral Antonio Quintero, llegaría a formar el
prolífico trío "Quintero, León y Quiroga" con el que tienen
registradas más de cinco mil canciones. Al producirse la guerra
civil española, Rafael de León se encontraba en Barcelona; allí
es encarcelado, como tantos otros del mundo de la farándula,
toreros, cantantes, etc. acusado de monárquico o derechista.
Y allí en la cárcel, quizás para hacer valer su condición de
neutral o tal vez de simpatizante de la causa republicana;
quizás por estricto sentido de la verdad, declara tener una
buena amistad con destacados poetas republicanos como León
Felipe; Federico García Lorca y Antonio Machado. Llegan luego
los años de posguerra en los que Rafael continúa contactando
con el universo de las varietés, que alimentados por los
típicos aires de aquella dictadura, de nacionalismo a ultranza
y bloqueo internacional, se prestan a la creación de un género
muy influenciado del tipismo andaluz y que dio en llamarse
"folklore español". El régimen dictatorial acogió de mil
amores este género que ensalzaba con arte y exageración todo
lo español. Es de aquella época triste y gris para la mayoría
de los españoles, cuando nuestro poeta-letrista empieza a
colaborar con los guiones de una cinematografía ramplona e
impregnada también de un excesivo realzamiento del españolismo
que tanto gustaba a la España oficial. Es de aquella época
también, que bajo la influencia del concepto "hispanidad" se
abrieron las fronteras españolas a las músicas que venían de
los países hermanos de América. Y así llegaron los boleros y
los tangos, muy bien acompañados de los valses peruanos, los
sones cubanos y las rancheras y corridos mexicanos, que
engancharon con facilidad en los gustos musicales españoles
por tratarse de una cultura común. Así se vivió hasta que,
por culpa del aperturismo empezaron a verse invadidas las
emisoras de radio de unos ritmos extranjeros que nos llegaban
desde Estados Unidos, país que acababa de descubrir la dictadura
y la abrazaba sin muchos ascos gracias al incalculable regalo
que le hacía el régimen franquista para que se adueñaran de un
puñado de territorios estratégicos donde asentar sus bases
militares. A partir de la década de los sesenta, cae la barrera
del aislamiento cultural y muchos jóvenes antifranquistas junto
a la progresía izquierdista, en actitud militante comienzan a
despreciar ostensiblemente casi toda la música española e
hispanoamericana y con ella el conocido estilo de la copla
y de la canción andaluza que tan bien había representado el
sello "Quintero, León & Quiroga". A partir de esa época,
vienen unos años bajos para la obra de canciones y poesías
de nuestro gran poeta Rafael de León, el cual un jueves
madrileño frío y gris (9-12-82), muere nuestro insigne poeta
en el más cruel olvido sin ni siquiera haberse llevado en
vida la satisfacción de un merecido homenaje de cariño y
agradecimiento a toda su importante y prolífica obra poética.
* * *
Rafael de León pertenece por derecho propio a la denominada
"Generación del 27" de los poetas españoles, aunque un
incomprensible olvido ha hecho que nunca figure en esa nómina.
influencia del gran músico sevillano Manuel Quiroga, que junto
con el autor teatral Antonio Quintero, llegaría a formar el
prolífico trío "Quintero, León y Quiroga" con el que tienen
registradas más de cinco mil canciones. Al producirse la guerra
civil española, Rafael de León se encontraba en Barcelona; allí
es encarcelado, como tantos otros del mundo de la farándula,
toreros, cantantes, etc. acusado de monárquico o derechista.
Y allí en la cárcel, quizás para hacer valer su condición de
neutral o tal vez de simpatizante de la causa republicana;
quizás por estricto sentido de la verdad, declara tener una
buena amistad con destacados poetas republicanos como León
Felipe; Federico García Lorca y Antonio Machado. Llegan luego
los años de posguerra en los que Rafael continúa contactando
con el universo de las varietés, que alimentados por los
típicos aires de aquella dictadura, de nacionalismo a ultranza
y bloqueo internacional, se prestan a la creación de un género
muy influenciado del tipismo andaluz y que dio en llamarse
"folklore español". El régimen dictatorial acogió de mil
amores este género que ensalzaba con arte y exageración todo
lo español. Es de aquella época triste y gris para la mayoría
de los españoles, cuando nuestro poeta-letrista empieza a
colaborar con los guiones de una cinematografía ramplona e
impregnada también de un excesivo realzamiento del españolismo
que tanto gustaba a la España oficial. Es de aquella época
también, que bajo la influencia del concepto "hispanidad" se
abrieron las fronteras españolas a las músicas que venían de
los países hermanos de América. Y así llegaron los boleros y
los tangos, muy bien acompañados de los valses peruanos, los
sones cubanos y las rancheras y corridos mexicanos, que
engancharon con facilidad en los gustos musicales españoles
por tratarse de una cultura común. Así se vivió hasta que,
por culpa del aperturismo empezaron a verse invadidas las
emisoras de radio de unos ritmos extranjeros que nos llegaban
desde Estados Unidos, país que acababa de descubrir la dictadura
y la abrazaba sin muchos ascos gracias al incalculable regalo
que le hacía el régimen franquista para que se adueñaran de un
puñado de territorios estratégicos donde asentar sus bases
militares. A partir de la década de los sesenta, cae la barrera
del aislamiento cultural y muchos jóvenes antifranquistas junto
a la progresía izquierdista, en actitud militante comienzan a
despreciar ostensiblemente casi toda la música española e
hispanoamericana y con ella el conocido estilo de la copla
y de la canción andaluza que tan bien había representado el
sello "Quintero, León & Quiroga". A partir de esa época,
vienen unos años bajos para la obra de canciones y poesías
de nuestro gran poeta Rafael de León, el cual un jueves
madrileño frío y gris (9-12-82), muere nuestro insigne poeta
en el más cruel olvido sin ni siquiera haberse llevado en
vida la satisfacción de un merecido homenaje de cariño y
agradecimiento a toda su importante y prolífica obra poética.
* * *
Rafael de León pertenece por derecho propio a la denominada
"Generación del 27" de los poetas españoles, aunque un
incomprensible olvido ha hecho que nunca figure en esa nómina.