Soportales de la calle de Blasco de Alagón, MORELLA

MORELLA: UNO DE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS DE ESPAÑA

Como si de un espejismo se tratase, Morella nos da la bienvenida ya desde la carretera de acceso. Una vez alcanzado lo alto del burgo tras cruzar la Puerta de San Mateo y estacionar nuestro vehículo en alguno de los parkings que se han puesto a disposición tanto de los turistas como de los locales (el último que encontramos es el denominado Pla d'Estudi) toca comenzar a descubrir esta reliquia medieval.

La primera plaza con la que nos encontraremos es la de Pla d´Estudi, el perfecto punto de partida y cuyos domingos son de lo más animados por el mercadillo que se da cita aquí cada semana. En este mismo lugar, localizamos la Torre del Consell que se traduce en un espléndido mirador que nos regala una bella panorámica de la sierra.

A pocos pasos de este, la Calle Blasco de Alagón es una de las calles más características de esta villa gracias a sus soportales medievales de piedra y madera. Aquí, existen una gran variedad de tiendas con productos gourmet y de artesanía como las mantas morellanas; casas solariegas y palacetes; y muchos de los bares y restaurantes más demandados.

Si continuamos calle arriba, pasamos por el Ayuntamiento de Morella hasta alcanzar una de las atracciones favoritas de los más pequeños, el conocido como Tiempo de Dinosaurios (frente a la Oficina de Turismo) un verdadero viaje al centro de la tierra que llega en forma de museo. Como curiosidad, este mes de noviembre han hallado en las minas de arcilla de Morella los restos de un dinosaurio de unos 10 metros de largo de hace unos 125 millones de años.