Aquí tenemos al típico borrego de turno apoyando a su querida España y a sus queridos subnormales de carrito. Yo soy profesor de universidad y sinceramente no tiene nada que ver con dar la opinión acerca de un tema en particular con ser buen o mal profesor. No nos confundamos. Hay buenos profesores que por detrás son unos cabrones, hablando claro, y viceversa. No hay que juzgar a una persona por sus palabras sino que por lo que esconde dentro de las mismas, es decir, el metalenguaje.