El periodo entre 1943 y 1962 arrojó una media de precipitaciones anuales de 348,4 mm frente a los 556 mm del
Valle de los Alhorines. Así, el número de días de
lluvia en
otoño en
Villena es, por término medio, de 11, mientras que la
primavera se caracteriza por unas precipitaciones de tono más débil o moderado. Las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones, junto con la irregularidad de éstas, ilustran la aridez de la llanura villenense, que va disminuyendo al aproximarse hacia la parte oriental del Alto Vinalopó.