Santa Pola nace como municipio independiente de Elche, ciudad de la que había formado parte desde tiempo inmemorial, cuando las Cortes de
Cádiz promulgaron la Constitución de 1812, que en su artículo 312 decía: "Se pondrá
Ayuntamiento en los
pueblos que no lo haya, no pudiendo dejar de haberle en los que por si o su comarca llegase a mil almas y también se les señalará término correspondiente".