Elche remonta sus orígenes a los primeros asentamientos que se ubicaron cerca del
río Vinalopó, aprovechando tanto sus beneficios hídricos como la situación geográfica que les permitía conectar con el
mar y con las tierras del interior. Desde el periodo Calcolítico (III milenio a. C.) son numerosos los poblados que permiten evaluar la importancia geográfica y estrategia de estas tierras, participando en la evolución de la Cultura Campaniforme.