María, Madre de
Cristo y Madre nuestra, es el centro de la devoción del
pueblo de
Elche, que la venera desde hace siglos en el misterio de su Tránsito y Asunción gloriosa a los
cielos. María es Madre de Dios y modelo para la vida humana. En la Asunción de María es exaltado también el valor del hombre, ella nos orienta hacia el destino final. Desde el
cielo, la
Virgen abre y asegura la esperanza. Desde su
altar del camarín, la Mare de Déu acoge las plegarias y peticiones de sus hijos y los cobija bajo los pliegues generosos y seguros de su
manto.