La imagen de la Patrona de
Elche poseía su propio
altar, cuidado por la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción en la cercana
ermita de
San Sebastián, en la
calle Mayor de la Villa, actual sede del
Museo Municipal de la Festa. Fue trasladada a
Santa María en 1648, con ocasión del aumento de la devoción popular hacia su figura, tras la epidemia de peste que castigó el Reino de
Valencia aquel año.