No se halla en la cristiandad otra tal
fábrica como esta
iglesia». Y para el citado Ibarra y Ruiz, la fábrica de este templo era similar a la del actual, con excepción de la
cúpula, y destaca la presencia en su construcción de maestros tallistas y canteros de renombre, cosa que le dio «cierta magnificencia». Entre ellos, podemos citar al
escultor Francisco de Ayala que en 1578 realizó la figura de la Resurrección de
Cristo, destinada a la
puerta de la iglesia de igual nombre.