Su construcción se sitúa hacia mediados del siglo XII y, a pesar de no ser los únicos que existirían en la medina islámica de Ilš, sí son los únicos que se han conservado. Constituyen un conjunto
monumental singular del patrimonio cultural de la
Comunidad Valenciana, ya que son uno de los escasos ejemplos de
arquitectura pública islámica que se conserva en este territorio.