Castillo de Altamira, ELCHE

Elche (en valenciano Elx, AFI: [ɛltʃ], y oficialmente Elche/Elx)​ es una ciudad y un municipio de España situado en la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana. Capital de la comarca del Bajo Vinalopó, el municipio cuenta con 228 675 habitantes (INE, 2017), siendo la población de su casco urbano de 191 660 habitantes (INE, 2016). Es, de esta forma, la segunda ciudad más poblada de la provincia de Alicante y la tercera de la Comunidad Valenciana, la vigésima de España y la cuarta mayor ciudad del país excluyendo capitales de provincia. El área metropolitana de Alicante-Elche, que la agrupa con la conurbación de Alicante-San Vicente del Raspeig-San Juan de Alicante y con las localidades próximas de Santa Pola y Crevillente, es la octava más poblada de España, con unos 765 000 habitantes.
En el siglo V a. C. fue fundada la ciudad ibera de Ilici. Con la llegada de los romanos, se desarrolló un proceso de formación de una colonia poblada con veteranos de las guerras cántabras, que pasaría a llamarse Colonia Iulia Illici Augusta, en torno al año 26 a. C.. Bajo el dominio musulmán en la Edad Media, la ciudad se estableció en su emplazamiento actual. A raíz de la reconquista cristiana, alrededor del año 1250, la ciudad pasó a la Corona de Castilla. En el año 1265, los musulmanes fueron expulsados de la ciudad tras una rebelión y, en 1305, Elche fue cedida al Reino de Valencia. Fue durante el reinado de Amadeo I en 1871, cuando el monarca le otorgó el título de ciudad. Durante los años 1960 y 1970, la ciudad experimentó un fuerte aumento de población ligado a la industrialización, que convertiría a Elche en uno de los principales productores de calzado de Europa, dando origen a marcas internacionales como Pura López, Panama Jack o Kelme.
El Palmeral de Elche, el Misterio de Elche y el Museo Escolar de Pusol están declarados Patrimonio de la Humanidad y Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, respectivamente, por la Unesco. Estos símbolos de identidad ilicitanos son unos de los principales atractivos turísticos de esta ciudad de tradición industrial.
Elche es el único lugar del mundo en el que la elaboración artesanal de la palma blanca persiste. El ayuntamiento envía anualmente para la Semana Santa las palmas blancas a autoridades eclesiásticas y políticas, como a los reyes de España, el papa o el presidente del Gobierno.