ALICANTE: VI BAILAR A UNA PALMERA...

VI BAILAR A UNA PALMERA
Como si fuera un milagro
que a nadie le desespera,
nada me parece raro
cuando baila una palmera.
Entre sus palmas activas
la música siempre vuela,
las palmeras se motivan
y la brisa las consuela.
Alicante de palmeras
con sus preciados volantes,
donde vives primaveras
en los más buenos instantes.
La música va sonando
y el viento corre y no espera,
mientras contemplas volando
el baile de una palmera.
Dicen que guardan su fila,
otros comentan esperas,
pero Alicante perfila
tener bonitas palmeras.
El Mar las mira distante,
y el tiempo pasa que vuela,
no existe playa arrogante
cuando baila una palmera.
Tiene cintura y belleza
una palmera bailando,
aquí no se ve torpeza
si el Mar la sigue admirando.
Hay paisajes que te llenan
en las tardes complicadas,
con visiones que te frenan
siendo rutas envidiadas.
G X Cantalapiedra.