Sala de escudos en el castillo de Santa Barbara, ALICANTE

Dice la leyenda que en tiempos en que las tierras alicantinas se encontraban bajo dominio musulmán, un califa árabe gobernaba la ciudad. Tenía una hija llamada Cántara, de gran belleza que, en cuanto cumplió la mayoría de edad, tuvo que desposarse. No faltaron pretendientes que se presentaron a cortejar a la princesa; pero sobresalieron dos entre todos los demás: Almanzor, general cordobés y Alí, un joven apuesto y bondadoso. Al no saber a quién escoger entre ambos, el padre de Cántara decidió someterles a un reto consistente en tratar de impresionar a la princesa. Rápidamente, Almanzor partió a la India para conseguir las mejores sedas y especias de allí. En cambio, Alí se propuso abrir un canal que trajese agua desde Tibi y de este modo, permanecería en la cercanía de Cántara. Así fue como Alí se ganó el amor de la joven.
(12 de Noviembre de 2021)