Préjano hasta principios de siglo XX era una prospera localidad minera, en la que desde 1609 las
minas de carbón habían dado empleo y riqueza a la localidad. Esto se acompañaba de la
agricultura, sobre todo del
olivo pero también cereal y
almendros.
En el censo de la población de Castilla en el siglo XVI, Prejano se añade como
pueblo de Nájera, indicándose 180 vecinos, (que a 5 personas por vecino son 900 almas). En el Diccionario Geográfico universal publicado en
Barcelona en 1830 y siguientes, 245 vecinos, 1.220 almas. En el censo de la provincia de Logroño de 1840, 234 vecinos, 1110 almas.
En 1845, Tiene 234 vecinos y 1.111 habitantes, dos
parroquias unidas y un estanco. En la quinta de 1844 entraron en suerte 57 jóvenes de 18 a 24 años. Pagó de contribución 13.368 reales, y cosecha al año común 4.000 fanegas de granos y legumbres, 1.500 arrobas de vino y 200 de aceite, que con los
frutos menores y sus pastos importan 159.400 reales. Hay granjería de
ganado y algunos telares para tejidos de lana ordinarios. 6
En el Diccionario Geográfico de
España de 1846 se indica que su producción principal en se momento era trigo, morcajo, vino "de mediana calidad", aceite, y ganado lanar. Madoz, en aproximadamente las mismas fechas, detalla una producción de trigo, cebada, avena, aceite, vino, patatas, cáñamo y legumbres; se cría ganado lanar y cabrío y se mantiene el de labor necesario para la
labranza. Destaca la
caza de perdices, liebres y algunos lobo. Se hace mención a la
mina de carbón de
piedra, mencionando experimentos realizados en 1781, y la concesión de una real cédula el 4 de abril de 1831; explotada por entonces por la sociedad minera de Logroño. Su industria estaría compuesta de un
molino harinero y otro de aceite, 3 telares de lienzos ordinarios y una caldera para destilar aguardiente con capacidad para 4 cántaras. Su presupuesto municipal era de 3.000 reales.
Ya a principios de siglo XX con las primeras emigraciones a América, el pueblo comenzó a perder habitantes. El golpe mayor fue el cierre de las minas, que daban empleo a gran parte de la población, sumándose al éxodo rural generalizado en toda España. Esto dejó al municipio con la mitad de la población con la que contaba hasta entonces