PEDROSO: Yo de crio recuerdo que mi padre cuando hacíamos la...

La palabra que no aparece en ningun diccinario, ni en el de riojanismos es "LLEVAR EL TELLO".
"El tello" era un regalo que se hacía a los vecinos o parientes cercanos, en tiempos de matanza.
Se solía repartir en dos veces. La primera consistia en el reparto de las viceras, quiza por problemas de conservación, el hígado, los pellejos o incluso morcillas, que era el primer embutido que se hacía.
Una vez "descuartizado" el cerdo, se llevaba el segundo "Tello" que solia ser un trozo de lomo, un chorizo y una morcilla.
Los dias de matanza eran dias de abundancia y aegria. Una vez superado el terror que nos provocaban los chillos del pobre cerdito, a los niños nos encantaba llevar el tello a los vecinos; siempre caía alguna propinilla.

Yo de crio recuerdo que mi padre cuando hacíamos la matanza me mandaba subirle la tajada al cura don Santiago y a la Patro la Goya.