A quien dice que las fiestas de este año han sido las peores:
Seguro que usted no ha sido nunca mayordomo, que no se ha atrevido a trabajar gratis por su pueblo, que mientras los miembros de la Mayordomía 2005 han estado pateando el pueblo haciendo los números de los socios, vendiendo lotería y papeletas de la cesta, pidiendo la colaboración económica de todos llamando a todas las casas del pueblo, usted ha estado tranquilamente en su casa con su mujer o con sus padres, o haciendo la piti con sus amigos.
Ahora es muy fácil criticar que las noches han sido aburridas, que no ha habido actividades; usted parece ser que no sabe que para que eso no ocurra hace falta dinero y que una Mayordomía honrada, como ha sido ésta, se gasta lo que tiene y no más. Si queremos actividades tendremos que rascarnos todos el bolsillo.
El vallado en La Farola, efectivamente no ha sido estético, pero debería usted preguntarle a los cientos de personas que gracias a él han podido disfrutar viendo la vaca. Si no se hubiese puesto, ¿dónde habrían estado todas esas personas mayores, mujeres y niños?, ¿los dejamos en sus casas sin poder disfrutar de la fiesta de su pueblo?
¿El que se escapara un toro es culpa de los mayordomos? ¡Venga ya!
Lo que vamos a conseguir entre todos con este tipo de crítica fácil sin conocer lo que supone organizar las fiestas, es que llegue el día, por lo que veo será pronto, en el que no haya nadie que quiera hacerlas y entonces veremos lo que es bueno.
Por cierto, yo sí he sido mayordomo y sé el intenso trabajo que llevan las fiestas, las horas que le quité a mi familia, a mis momentos de diversión y de descanso mientras usted seguro que estaba acostado. XX.
Seguro que usted no ha sido nunca mayordomo, que no se ha atrevido a trabajar gratis por su pueblo, que mientras los miembros de la Mayordomía 2005 han estado pateando el pueblo haciendo los números de los socios, vendiendo lotería y papeletas de la cesta, pidiendo la colaboración económica de todos llamando a todas las casas del pueblo, usted ha estado tranquilamente en su casa con su mujer o con sus padres, o haciendo la piti con sus amigos.
Ahora es muy fácil criticar que las noches han sido aburridas, que no ha habido actividades; usted parece ser que no sabe que para que eso no ocurra hace falta dinero y que una Mayordomía honrada, como ha sido ésta, se gasta lo que tiene y no más. Si queremos actividades tendremos que rascarnos todos el bolsillo.
El vallado en La Farola, efectivamente no ha sido estético, pero debería usted preguntarle a los cientos de personas que gracias a él han podido disfrutar viendo la vaca. Si no se hubiese puesto, ¿dónde habrían estado todas esas personas mayores, mujeres y niños?, ¿los dejamos en sus casas sin poder disfrutar de la fiesta de su pueblo?
¿El que se escapara un toro es culpa de los mayordomos? ¡Venga ya!
Lo que vamos a conseguir entre todos con este tipo de crítica fácil sin conocer lo que supone organizar las fiestas, es que llegue el día, por lo que veo será pronto, en el que no haya nadie que quiera hacerlas y entonces veremos lo que es bueno.
Por cierto, yo sí he sido mayordomo y sé el intenso trabajo que llevan las fiestas, las horas que le quité a mi familia, a mis momentos de diversión y de descanso mientras usted seguro que estaba acostado. XX.