Diez caballos que pasaron, te guste o no, por delante de tus narices.
Los 12 nunca existieron más que en la imaginación de un grupo de peseteros y perdedores. Nunca podreis encajar el golpe porque careceis de elegancia. Os quedasteis sin respuesta, con la mirada fija en los azules, hasta tal punto que no fuistesis capaces de medir siguiera la anchura de la carrera.
La procesión 45 minutos parada porque os dio la gana y encima en un día en el que no sois protagonistas sino invitados, al menos guardad las formas.
Los 12 nunca existieron más que en la imaginación de un grupo de peseteros y perdedores. Nunca podreis encajar el golpe porque careceis de elegancia. Os quedasteis sin respuesta, con la mirada fija en los azules, hasta tal punto que no fuistesis capaces de medir siguiera la anchura de la carrera.
La procesión 45 minutos parada porque os dio la gana y encima en un día en el que no sois protagonistas sino invitados, al menos guardad las formas.