Según algunos historiadores, como el conocido arqueólogo alemán Adolf Schulten, el establecimiento de los cartagineses en el sureste de
España y la fundación de la ciudad de Qart Hadasht tuvo como objetivo principal el control de la riqueza generada por las
minas de plata de
Cartagena. Con la plata de las minas de Cartagena pagaron ellos sus mercenarios, y, cuando por la toma de ésta en 209 a. C. Carthago perdió estos tesoros, Aníbal ya no fue capaz de resistir a los
romanos, de manera que la toma de Cartagena decidió también la guerra de Aníbal.