CARAVACA DE LA CRUZ: ¡Ah! Caravaca de la Cruz. El pueblo en que nací. Cómo...

¡Ah! Caravaca de la Cruz. El pueblo en que nací. Cómo te añoro. Tan lejos... Y, tan cerca de mí: en lo más íntimo de mi alma. Emociona leer estas páginas. Si la arciprestal de El Salvador es ejemplo de armonía, el Santuario ("el Castillo") de la Vera Cruz, es la esencia caravaqueña. La sinfonía sensual del día dos de mayo caravaqueño es inenarrable. Sólo cabe vivirla. ¡Viva Caravaca! ¡Viva la Cruz!